El Partido Socialdemócrata (SPD), socio de coalición en el gobierno federal de Angela Merkel, buscará mañana consolidar su poder en el "Land" de Bremen, el más pequeño estado federado de Alemania, donde este domingo se celebran comicios regionales.
Aproximadamente medio millón de ciudadanos están convocados a las urnas para elegir al jefe de Gobierno de esa ciudad-estado del norte de Alemania, cargo que desde 2005 ejerce el socialdemócrata Jens Böhrnsen, actualmente en coalición con los Verdes.
Los pronósticos apuntan a una reedición de esta fórmula, ya se estima que el SPD alcanzará un 36 % de los votos -dos puntos por debajo de su porcentaje en 2011-, mientras que a los Verdes se les vaticina un 15 % -claro retroceso respecto al 22,5 % de entonces.
A la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel le otorgan los sondeos un 23 %, tres puntos por encima de las anteriores regionales, lo que le dará al menos la recompensa moral de arrebatar la posición de segunda fuerza a los Verdes.
Fuera de lo que ocurra con las formaciones consolidadas en el espectro parlamentario alemán, la expectación se centra en el resultado que alcancen los euroescépticos de Alternativa para Alemania (AfD).
Esta formación no logró acceder al Bundestag (Parlamento federal) en las generales de 2013, al quedar ligeramente por debajo del listón mínimo del 5 %, pero en sucesivas regionales de 2014 se disparó a porcentajes que rondaron el 10 %.
Los sondeos la sitúan ahora en la cuerda floja de ese mínimo, tras meses de pugnas internas entre su sector neoliberal y las posturas más derechistas de la formación, así como arriesgados acercamientos al movimiento islamófobo Pegida.
Las regionales de Bremen siguen a las celebradas, en febrero, en la asimismo ciudad-estado de Hamburgo y será la última convocatoria a las urnas prevista en este año en Alemania.
Bremen, además de ser el "Land" más pequeño del país, es uno de los más empobrecidos y con la más alta tasa de desempleo de Alemania -un 11,5 %-.
Se prevé, asimismo, que su índice de abstención supere al de 2011, en que la participación se situó en apenas el 55,5 %.
