“La inauguración oficial tendrá lugar el próximo lunes, pero los huéspedes extranjeros ya han llegado y la fase preparatoria de las maniobras ha comenzado”, informó a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa de Georgia.
La primera etapa de los ejercicios militares, que se llevan a cabo en el marco del programa aliado OTAN Asociación para la Paz, se realizará a nivel de estados mayores y se prolongará hasta el 19 de mayo.
El 21 de mayo comenzará la etapa sobre el terreno, que durará hasta el 3 de junio con la participación de 1.100 efectivos de 16 países, incluida España, tanto miembros de la OTAN como integrantes del programa aliado, sin emplear armamento pesado.
Al mando de las maniobras está el jefe del cuartel general aliado en Madrid, teniente general Cayetano Miró Valls, mientras su supervisión in situ corre a cargo del brigadier general italiano Giovanni Savarese.
Los ejercicios de estado mayor, que se llevan a cabo en la base militar de Viazani, en las afueras de Tiflis, buscan elevar el grado de complementación de los países miembros a nivel de brigadas multinacionales en situaciones de crisis.
El guión de las maniobras no pudo haber sido mejor elegido: la víspera el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, afrontó un motín militar en una unidad de blindados, que consiguió sofocar sin recurrir a la violencia.
El amotinamiento se produjo poco después de que el Gobierno georgiano anunciara que había desarticulado un complot para dar un golpe de Estado organizado por ex jefes militares supuestamente “vinculados con los servicios secretos de Rusia”.
En un mensaje televisivo a la nación Saakashvili hizo un llamamiento a Rusia para “abstenerse de acciones provocadoras”, tras denunciar que ésta concentra tropas en las separatistas regiones georgianas, cuya independencia fue reconocida por Moscú tras la guerra de agosto pasado.
Esas maniobras han sido tachadas de “abierta provocación” por Rusia, que considera que, de esta forma, la OTAN premia a Georgia pese a que éste país fue el que inició en agosto de 2008 la guerra para hacerse con el control de Osetia del Sur.
Moscú instó infructuosamente a la Alianza y a los países participantes a cancelar esos ejercicios, pero sí consiguió que renunciaran a su participación al menos cuatro estados que son aliados suyos, Armenia, Moldavia, Kazajistán y Serbia.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, afirmó que el plan aliado de efectuar estas maniobras “es miope”.
Por otra parte, la Cancillería rusa informó ayer de que la jefa de la Oficina de Información de la OTAN en Moscú y otro funcionario de esa institución han sido privados de sus respectivas acreditaciones en respuesta a la expulsión de dos diplomáticos rusos de Bruselas.
Ambos son, además, agregados de la misión diplomática de Canadá en Rusia, informó la agencia oficial RIA-Nóvosti, que agregó que la notificación fue entregada al embajador de Canadá en Rusia, Ralph Lysyshyn, en la sede del ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.