No hubo misa romera este año a primera hora; se celebrará en el recinto de Los Pinos. Así que a las 9 ha sido cuando, ante los sones del himno nacional, interpretado con pito y tambor, y bajo los aplausos de las decenas de personas que se congregaban en la plaza de La Merced en torno a esta Iglesia, la Virgen de la Cabeza iniciaba su camino hacia la ermita en las cuevas de San Antón. La Virgen había pasado la noche en este templo, tras ser portada la tarde de ayer desde Santa María por mujeres rondeñas vestidas de flamenca; las carmelitas custodiaron la imagen, de acuerdo a la tradición. La procesión fue seguida por numerosas personas.
Con buena temperatura y sin viento, el día no puede estar mejor. Los rondeños, como cada año, han vestido sus mejores trajes romeros, entre ellos numerosos trajes de flamenca, para acompañar la particular peregrinación de la Virgen hasta su ermita: "Debemos hacer grande entre todos la Romería de Ronda", afirmaba José Antonio Suárez, el recién elegido hermano mayor, quien destacó que la hermandad seguirá trabajando el próximo año para que la Romería sea en sábado, tras la negativa de la Iglesia este año.
El cortejo discurrió rápido. Este año toca estar en Los Pinos a las 12. Allí se rezará el Ángelus y se celebrará la misa romera. Se han dispuesto autobuses durante todo el día que conectarán el recinto con el centro de la ciudad. Habrá una gran paella popular para animar a los rondeños a bajar.
La Virgen quedará todo el día en el recinto, y ya por la tarde (es otra de las novedades) será bajada hasta la ermita. Allí permanecerá hasta finales de agosto.
La cantidad de rondeños que acompañan el cortejo y la vuelta del coro han sido las otras notas características de esta mañana de Romería.
