El centrocampista Samuel Castillejo, que ha sido traspasado por el Málaga al Villarreal, se despidió este viernes de su club de toda la vida y dijo que lo hace "orgulloso" de haber podido cumplir su "sueño desde pequeñito" de haber jugado en La Rosaleda y haber debutado en Primera con el equipo de su ciudad.
Samu Castillejo, al quien le acompañará en el conjunto amarillo su compañero Samuel García, también traspasado, leyó una carta en la sala de prensa de La Rosaleda en la que destacó que le "enorgullece haber formado parte de esta gran familia".
"Como he dicho en otras ocasiones, siempre estará en mi corazón, ya que ser de Málaga y jugar en Primera con el equipo de mi ciudad era mi sueño desde pequeño y yo lo hice realidad", según Castillejo, puesto que "en esta casa" alcanzó su "sueño de jugar en Primera".
Con lágrimas en los ojos, el canterano malaguista, de 20 años, recordó que ha "disfrutado muchísimo" y que se ha "formado y crecido al lado de todos aquellos que forman parte de esta gran familia", y dio las gracias al entrenador Javi Gracia, "el principal responsable de todo" lo que le está pasando.
También expresó su gratitud a todo el equipo técnico del Málaga, a sus compañeros, amigos, periodistas y a toda la gente que confió en él "desde el primer día".
"Me hicisteis sentir como uno más, habéis confiado en mí y yo siempre he intentado corresponder dando lo mejor de mí para hacer del Málaga un club mejor", recalcó Samu Castillejo.
El nuevo jugador del Villarreal también ensalzó a la afición malaguista, "uno de los mejores tesoros que tiene este equipo" y la que "hace del Málaga un club especial", y le dio las gracias por su "apoyo incondicional".
"Sois grandes y llevaré vuestro cariño siempre en mi corazón", agregó Castillejo, que señaló que desde niño se apuntaba "siempre para ser recogepelotas y estar cerca de los jugadores", lo que le "ilusionaba y motivaba para seguir luchando".
Sobre su nuevo destino, indicó que "ahora toca emprender una nueva etapa en otro club" y es algo que le "hace mucha ilusión", además de aseverar que se va "de la mejor manera" posible, "orgulloso y contento por haber vivido tantas cosas bonitas" y sabiendo que ha dado lo mejor de sí "con la camiseta blanquiazul".
"El Villarreal es una nueva etapa profesional y personal, un desafío, y ahora quiero trabajar y seguir demostrando mi pasión por este deporte", afirmó el centrocampista, que deseó "de todo corazón que el Málaga siga cosechando grandes éxitos" y se mostró "convencido de que algún día se volverán a unir" sus caminos.