La Red Provincial de Drogodependencias de Sevilla ha contado en 2014 con 14.409 personas en tratamiento, de las que 4.385 eran comienzo de tratamiento, lo que suponen unos datos similares a los del año anterior. Ene este marco, el 80 por ciento son por alcohol, cocaína y heroína, estando en los dos primeros casos en alrededor del 30 por ciento --medio punto por encima para el alcohol--, mientras que la heroína ha contado con un repunto de dos puntos, perdiendo la tendencia a la baja con la que contaba anteriormente.
En rueda de prensa, junto a la diputada provincial de Cohesión Social e Igualdad, Lidia Ferrera, y el director del Centro Provincial de Drogodependecia, José Tenorio, el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, ha dejado claro que es necesario "no bajar la guardia" en este asunto y apostar por la colaboración entre todas las administraciones implicadas para poder hablar de "éxito" frente a la drogodependencia.
Villalobos ha destacado los efectivos que se destinan a estas actuaciones, tras 30 años de coordinación en la materia, contando con 29 centros ambulatorios y un equipo de cinco personas para los centros penitenciarios, lo que hace un total de 139 profesionales, de los que más de medio centenar dependen de la Diputación. "En momentos de necesidad, este tipo de adicciones toman fuerza y se encuentran entre los principales problemas de salud, por lo que tenemos la obligación de combatirlas", insiste.
Así, pone en valor el servicio especializado que se da ante algo que "se ceba con los sectores más desfavorecidos" y señala que los casos atendidos en la provincia suponen el 21 por ciento de los de la Comunidad. Alcohol, cocaína y heroína concentran el 80 por ciento de los casos, seguidos del cannabis, con el 14 por ciento. Detalla que, de nuevo, el alcohol le toma el relevo en la provincia a la cocaína, existiendo un "leve" repunte de la heroína.
Villalobos explica que el 86 por ciento de los casos han sido registrados en hombres y el 14 por ciento en mujeres, mientras que el número de menores de 18 años en tratamiento ha bajado, siendo apenas el tres por ciento de las nuevas admisiones a tratamiento, especialmente por cannabis. La mayor horquilla de edad de las personas atendidas se sitúa entre los 31 y 45 años, con una edad media de 27 años.
Por zonas, el mayor número se concentra en la capital, con 1.585 nuevos episodios de tratamiento, sobre todo en los centros existentes en Torreblanca, el Polígono Sur y el Polígono Norte, mientras que las instalaciones con mayor volumen de asistencia en la provincia se encuentran en Dos Hermanas (272), Alcalá de Guadaíra (177), Écija (100), Coria del Río (88) y Los Palacios (86). El resto de municipios de
más de 20.000 habitantes suman un total de 825 casos y los de menos de 20.000 habitantes aportan 1.056 nuevas admisiones o readmisiones.
En este marco, Villalobos insiste en la necesidad de la colaboración, como la que ya se está llevando a cabo con la red sanitaria, con la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz y, especialmente, con salud mental, teniendo en cuenta que el 25 por ciento de las personas por estas adicciones tiene también un problema mental, según ha matizado Tenorio.
ACTUACIONES CON MENORES
Villalobos aboga por la prevención, mencionando acciones como el primer programa de 'Ciudades ante la droga', en el que han participado 65 municipios, o la acción 'cine y educación en valores', con 28 localidades. Al hilo de esto, Ferrera destaca el "gran trabajo" que se hace con los menores, actuando en centros educativos y a partir de los 12 años, con el objetivo principal de prevenir.
A este respecto, Tenorio indica que preocupa la tasa de consumo de sustancias legales en estas edades, sobre todo entre los 14 y los 18 años, teniendo en cuenta que el 83 por ciento reconoce haber tomado alcohol en exceso "y después viene el cannabis", según subraya mencionando los estudios en esta materia.
Por otra parte, Tenorio señala que los datos presentados muestran "cierta estabilidad", aunque se está comenzando a notar el aumento de la heroína. Sin embargo, indica que hay "desfases" entre los datos de consumo y los de inicios de tratamiento, ya que "tardan en reflejarse los cambios del consumo". "El alcohol sigue siendo el primero, mientras aumenta la heroína", algo que achaca a que se han "relajado" las acciones ante esta última tras la "epidemia de hace 30 años", por lo que apuesta por reactivarlas.
