Llega con el reloj adelantado para, como el mismo dice, “no llegar tarde a los sitios”. Con la señal que le ha dejado la gorra en su frente tras los días de pedaleo y de disfrute. Con actitud positiva, alegre, motivadora... tanto que, incluso pretendiendo recaudar unos 1.200 euros, el resultado ha sido tal que ha llegado hasta los 5.000 euros. Una cantidad más que satisfacctoria para él y para el proyecto que tenía en mente. Reunir dinero para la asociación contra el cáncer infantil.
Sin gustarle el ciclismo, sin un equipamiento adecuado y sin ni siquiera la preparación adecuada para un reto como éste. Alberto Castrelo, joven entusiasta de El Puerto de Santa María, da lecciones de positivismo e ilusión cuando narra su historia y sus motivos por los cuales decidió montarse en su bicicleta y recorrer España durante su mes de vacaciones.
Su discurso es claro y contundente. No niega haberlo pasado mal, sobre todo los primeros días, pero pasa por alto todas las adversidades cuando al hablar de las personas y de la acogida que ha recibido se le dibuja una enorme sonrisa en el rostro.
Confiesa salir fortalecido de esta experiencia que ha marcado un antes y un después en su personalidad. Ha viajado, ha conocido lugares nuevos y personas que le han ofrecido incluso estancia en sus propias casas.
Ya está trabajando en el libro que presentará sobre el Reto Kira 2015. Y, a pesar de quedar aun un año para sus próximas vacaciones, ya tiene ideas para el 2016 que sin duda será otra bonita labor a tener en cuenta.
