Mónica Muñoz y Joaquín de Sola en el cante y Fernando Morales a la guitarra han sido los encargados de representar otra apuesta por el flamenco, en plena calle y con la colaboración de los establecimientos hosteleros que han invitado al respetable a piriñaca. No en vano la iniciativa de La Isla Ciudad Flamenca se llama así, Piriñaca 2015 y ha tenido lugar en la calle Hermanos Laulhé, a la altura del Mercado de Abastos.
Sin micrófonos, con el público rodeándolos, con los siseos para que la gente se callara, como en cualquier reunión flamenca pero con el cielo como techo y las fachadas de las casas como paredes, se han escuchado cantes para todos los gustos, más festeros que otra cosa y se ha puesto de manifiesto que poco a poco va calando, con iniciativas novedosas, un proyecto que va tomando cuerpo como el buen vino, con el tiempo. Y que será algo grande en función del apoyo que tengan los organizadores.
Por lo pronto, una productora estadounidense no se pierde detalle de cada una de las actuaciones, presentaciones y actividades en torno al cante, al baile, a la fotografía, a la pintura y a la poesía que se están desarrollando.