Este mural cerámico fue destruido el 26 de julio de 2007 tras varios intentos de recuperación por parte del Ayuntamiento. Sin embargo, los informes de técnicos municipales se confirmaron y el traslado se tornó imposible, con lo que fue demolido junto al resto del inmueble.
El concejal delegado de Patrimonio, Gabriel Orihuela, comentó en esa fecha que “los azulejos estaban fijados a conciencia al muro gracias al mortero de cemento, con lo que no era posible extraerlos ya que se fragmentarían” al sacarlos. En cualquier caso, el Consistorio apuntó que trabajaría con la empresa propietaria del terreno para colocar una réplica del mencionado mural en algún punto dentro de los nuevos bloques de viviendas a edificar en esos terrenos.
Para ello, la Delegación de Patrimonio recopiló “toda la información posible para la elaboración de la pertinente reproducción”. Así, se tomaron fotografías, se calcularon las medidas del mural y se conservaron trozos de algunos azulejos para tenerlos como muestra de los colores a utilizar. Además, este proyecto iba a ser encargado a una empresa de Sevilla especializada en reproducciones en este material.
Paralización promoción
Todo este proceso iba encaminado a asegurar que una reproducción del mural se ubicará en el bloque de viviendas a construir en esa zona de Garavilla. Pese a ello, dada la paralización del proyecto de construcción de una nueva promoción de viviendas, confirmada por la propia Delegación de Urbanismo, la iniciativa de la réplica del mosaico parece estar también suspendida.
De hecho, desde la propia delegación se argumenta que la reproducción del azulejo carece actualmente de sentido dada la interrupción de las obras que lo iban a acoger.
Con todo, Orihuela confirmó el pasado viernes que “existe un compromiso para reproducir el mural cerámico en las nuevas edificaciones”.
Mientras, el presidente de la Asociación en Defensa del Patrimonio La Trocha, Manuel Correro, apuntó ayer que “el equipo de Gobierno no tiene interés en recuperar y reproducir el mosaico de Garavilla”.
El citado emblema, según Correro, “no estaba catalogado dentro del patrimonio pero el alcalde, Tomás Herrera, se comprometió en unas declaraciones a realizar una réplica”.
Desde La Trocha se recordó como “el 70% del patrimonio de la ciudad catalogado en 1980 se ha perdido y, si no se remedia, en diez años sólo quedará el 15% del patrimonio catalogado en 2002”.
Por ello, Correro aseguró que la entidad que preside ha ejecutado “un estudio multidisciplinar del catálogo con expertos en arte y juristas, que ya ha sido enviado al gabinete jurídico para que lo remita a la Fiscalía, a la Consejería de Cultura y a la Dirección General de Patrimonio”.
El informe recoge, entre otros aspectos, “la pérdida del 60% de los árboles del Parque María Cristina, la destrucción del muro exterior o el estado de los jardines de Garavilla”.
Además, se requerirá hoy al alcalde “la convocatoria de la comisión de Patrimonio para estudiar la situación. No esperamos respuesta pero al menos queremos concienciar a la ciudadanía sobre la pérdida de patrimonio”.
