El Rey Felipe VI ha pedido este viernes a los países representados en la Asamblea General de Naciones Unidas "actuar como un solo mundo" para hacer realidad los compromisos de la Agenda de Desarrollo Post-2015 dirigidos a "transformar el mundo en los próximos 15 años" para "librarlo de la pobreza extrema y del hambre que todavía hoy afligen a buena parte de la Humanidad".
En la Cumbre sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015 de Naciones Unidas que se celebra en Nueva York, el monarca ha intervenido en presencia de más de un centenar de jefes de Estado y 80 jefes de Gobierno para fijar la posición de España sobre el nuevo plan de acción de desarrollo sostenible de la organización para los próximos 15 años.
"Estamos aquí para comprometernos, en nombre de nuestros pueblos, a transformar el mundo. Lo vamos a cambiar entre todos y para todos. La agenda para el cambio que hoy adoptamos es fruto de una negociación entre iguales y recoge la voz de millones de ciudadanos. Son ellos quienes nos han dicho lo que esperan de nosotros. Lo hacen en nombre de la generación que está ahora viendo la luz y que cumplirá 15 años en el año 2030", ha declarado.
DESARROLLO SIN DISCRIMINACIÓN
Según Don Felipe, con la cumbre de hoy los países se comprometen ante los miembros de esa generación "a que cualquiera de ellos pueda desarrollar sus capacidades en plenitud, sin discriminación alguna", pero también a "crear riqueza de manera sostenible, devolviéndole a la naturaleza lo que tomemos de ella, porque tan sólo somos sus huéspedes y administradores temporales".
La Cumbre sobre la Agenda de Desarrollo Post-2015 ha sido inaugurada por el Papa Francisco, a quien el Rey se ha referido en su discurso: "Su Santidad el Papa nos enseña en su Carta Encíclica 'Laudato Si' que la interdependencia propia de nuestro tiempo nos debe hacer pensar en un proyecto común. Pensar en un solo mundo nos obliga a actuar como un solo mundo".
Felipe VI ha mencionado la guerra de Siria, el terremoto de Nepal y la epidemia de ébola para advertir de que "el desarrollo no es, no lo ha sido nunca, un proceso uniforme, ni su alcance está asegurado", ya que el impacto de estas catástrofes puede "hacer retroceder décadas las conquistas alcanzadas por los países en desarrollo" y demandan la "solidaridad y atención sostenida".
Es más, el Rey ha subrayado que "incluso en países más desarrollados, la experiencia de la reciente crisis global ha puesto al descubierto la fragilidad de muchas realidades" que se consideraban "sólidas". "Nadie es inmune a las debilidades de un modelo de crecimiento que ahora hemos de corregir y perfeccionar preservando sus fortalezas y eliminando sus excesos", ha apuntado.
GLOBALIZACIÓN DE LA SOLIDARIDAD
Por todo ello, en su opinión, "la globalización de las finanzas, de la tecnología o de la información debe ir acompañada por la globalización de la solidaridad, del conocimiento, de la equidad, de la libertad y de la dignidad humana".
El Rey ha transmitido a todos los países el "firme" compromiso de España con la nueva Agenda de Objetivos de Desarrollo Sostenible, y ha instado a "conseguir un desarrollo con equidad, el disfrute, real y efectivo, de derechos y la igualdad de oportunidades para todos".
"Para ello es necesario generar oportunidades, tanto en la educación, y de ahí el impulso al conocimiento, la innovación y la tecnología, como en la creación de puestos de trabajo, especialmente en el ámbito juvenil, ámbito en el que España es particularmente sensible", ha remarcado.
También ha subrayado la importancia de la igualdad de oportunidades para las mujeres, que "deben asumir, en paridad con los hombres, el protagonismo que les corresponde en el mundo laboral, en el ejercicio de sus derechos políticos y sociales y en la sociedad en general".
"El objetivo que nos une es alumbrar una comunidad de ciudadanos, conscientes de nuestra responsabilidad con nuestros semejantes y con el planeta que habitamos. Los españoles del siglo XXI creemos en ese sueño y queremos hacerlo realidad. Es nuestra convicción. Es nuestro compromiso", ha concluido.