Un año más, Rota se volcó de lleno con la festividad de su Patrona, la Virgen del Rosario, que protagonizó ayer, como cada 7 de octubre, su tradicional y populosa salida procesional que puso el broche de oro a las Fiestas Patronales en honor a esta advocación mariana.
Redobles de campanas, lanzamiento de cohetes y ambiente festivo en toda una localidad que, en torno a las seis de la tarde, se echaba masivamente a la calle para reencontrarse con la Alcaldesa Honoraria de la Villa, a la que profesan gran devoción y veneración.
Pasadas las seis y media de la tarde y bajo un sol resplandeciente, la Hermandad del Rosario Coronada iniciaba su salida desde la Iglesia de la O en una comitiva formada, además de por integrantes de la propia hermandad, por una representación, en orden de antigüedad, del resto de hermandades de penitencia y gloria locales.
Precedidas por la recién creada Agrupación Musical Nuestra Señora del Rosario Coronada, completaban este concurrido cortejo las Damas del Rosario de blanca mantilla, representantes de la Armada y de los Cuerpos de Seguridad del Estado, así como el alcalde, José Javier Ruiz Arana, la delegada de Fiestas, Laura Almisas, e integrantes de la Corporación Municipal, la pregonera del Rosario, Ángela Linares, y otras autoridades eclesiásticas, civiles y militares.
Y, finalmente, Ella. La Virgen del Rosario, solemne y majestuosa, llevada con maestría por su cuadrilla de cargadores, hacía acto de presencia en una más que concurrida plaza de Bartolomé Pérez entre numerosas muestras de fervor y devoción popular y el acompañamiento musical de la Banda Municipal 'Maestro Enrique Galán'. Aplausos, plegarias y lágrimas de emoción para recibir a la Alcaldesa Honoraria de la Villa a la que roteños y roteñas acompañaron a lo largo de todo su peregrinar por las calles del casco histórico. Un recorrido de casi cinco horas de duración en el que Rota se entregó a su fe perpetúa y al profundo vínculo emocional que le une a su Patrona.