Al Betis le quedan siete días de aúpa. La vuelta de una eliminatoria de Copa del Rey, una Junta de Accionistas en la que se volverá a decidir el futuro del club verdiblanco a corto y medio plazo y el derbi oteándose en el horizonte, con todo lo que ello conlleva para esta santa ciudad.
Pero la vista en lo deportivo debe estar lógicamente (al menos hasta este martes), en el duelo ante el Sporting (20.00 horas) que los verdiblancos deben solventar sin mayor contratiempo; no tanto por las posibilidades reales del cuadro bético en el Torneo del KO, sino de cara al choque de máxima rivalidad que se vivirá en el Benito Villamarín el próximo sábado, habida cuenta también del mazazo que los de Mel recibieron el pasado fin de semana en Las Palmas.
La ventaja de dos goles obtenida por el conjunto heliopolitano en el encuentro de ida ha de ser suficiente para el equipo de las trece barras que, como es obvio, rotará a sus jugadores más importantes con vistas al partido contra el Sevilla, para resolver un envite que; eso sí, en El Molinón, el bloque dirigido por Abelardo se va a tomar algo más en serio de lo que se lo tomó en el estadio de la Avenida de La Palmera.
Números en mano, las últimas dos décadas ha sido prodigiosa para el Betis en Gijón tanto en Liga como en Copa; pues tan solo en una ocasión han superado los asturianos a los verdiblancos. El resto de encuentros, se han saldado con victoria bética y un único empate desde la 1994/1995.