El Supremo israelí ha refrendado hoy una decisión del Tribunal de Distrito de Jerusalén por la que el ex primer ministro Ehud Olmert deberá cumplir 18 meses de prisión por casos de corrupción, convirtiéndose en el primer ex jefe del Gobierno de Israel que irá a la cárcel.
La máxima instancia judicial israelí redujo la pena inicial de seis años a 18 meses de cárcel tras la muerte de un testigo crucial que no pudo ser interrogado por la defensa de Olmert y, por tanto, ha sido condenado por un delito de soborno de menor cuantía.
Se trata del llamado caso "Holyland", de corrupción urbanística en Jerusalén cuando era alcalde de la urbe, que le obligó a dimitir en 2008 del cargo de jefe del Ejecutivo.
Olmert, que había apelado a la sentencia de 18 meses de cárcel dictaminada en mayo de 2014 por la corte de Jerusalén, tiene un mes y medio para ingresar en prisión.
La sentencia se produce tras una condena por soborno, tras haber aceptado 60.000 shekels (15.450 dólares) para impulsar un monumental proyecto inmobiliario, "Holyland", que le fue transferido a través de su asistente personal Shula Zaken, que se convirtió en testigo de cargo y llegó a grabar conversaciones de forma clandestina que lo inculpaban para eludir la cárcel.
El caso por el que Olmert ha sido incriminado incluía a 16 acusados, 13 de los cuales fueron acusados por su participación en el mayor caso de corrupción de la historia del país, que incluyen al también ex regidor de Jerusalén Uri Lupolianski, o al expresidente de la entidad bancaria Bank Hapoalim Dan Dankner.
La dictada hoy es la primera sentencia en firme que le lleva a la cárcel de un total de otros cinco casos que pesan sobre él, uno de ellos por haber aceptado sobornos y que el Supremo resolverá el mes que viene.
En este caso Olmert había sido condenado a 8 meses de prisión y tras haber sido igualmente delatado por su secretaria personal.
Tras una amplia trayectoria en el conservador Likud y diez años como alcalde de Jerusalén, Olmert abandonó en 2005 ese partido para adherirse a la formación centrista Kadima fundada por su mentor político, Ariel Sharón.
A principios de 2006 se convirtió en primer ministro al frente de esa formación y dos años después se vio obligado a dimitir del cargo al conocerse un rosario de casos de corrupción, que lo obligaron a retirarse de la política en pleno proceso de paz con los palestinos.
Tras conocerse el veredicto de hoy, Olmert compareció ante los medios y reiteró que nunca había recibido soborno, si bien respetaba la decisión del Tribunal Supremo.