El jugador del Fútbol Club Barcelona Neymar da Silva ha declarado este martes ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata que nunca contempló otra opción que no fuera la de fichar por el conjunto azulgrana y ha mostrado su desconocimiento sobre los detalles de la contratación que investiga el magistrado. "No lo sé, no lo sé, no lo sé", ha respondido a la mayoría de las preguntas relacionadas con la operación, según ha precisado su padre.
El expreso deseo del jugador obligó al Santos a traspasarlo al club culé de acuerdo a la Ley Pelé, que rige en Brasil y vincula a las entidades deportivas que deben respetar esta voluntad a la hora de cerrar su venta, han explicado fuentes jurídicas.
Neymar padre e hijo han declarado como investigados por la presunta comisión de delitos de estafa y corrupción entre particulares cometidos en su fichaje por el club azulgrana, que investiga De la Mata a raíz de la denuncia presentada por la empresa de representación de futbolistas DIS-Esportes e Organizaçao de Eventos, que tenía del 40 por ciento de los derechos federativos del delantero.
Da Silva padre se ha mostrado, en declaraciones a los medios, "muy molesto" por la citación judicial que le ha obligado a él y a su hijo a comparecer en la Audiencia. "Tenemos otras muchas cosas que hacer", ha aclarado.
En su opinión, han sido "estas cuestiones" las que han provocado el bloqueo de la renovación del delantero en el Barça. "Neymar está muy feliz en el club y no ha recibido ofertas del Real Madrid", ha concretado.
"NO HICIMOS NADA MALO"
Ha detallado, además, que el interrogatorio se ha centrado en cuestiones técnicas sobre el traspaso, un asunto que, a su juicio, deben resolver el Santos, el Barça y la entidad demandante DIS. "No tenemos nada que ver con este proceso", ha añadido a la vez que ha apuntado: "No nos merecemos esto, no hicimos nada malo y no debemos nada a nadie".
Respecto a la posibilidad de que el jugador haya defraudado dinero de este fichaje a la Hacienda Pública, Neymar padre ha negado categóricamente que deban cantidad alguna al fisco. "Hemos pagado todos los impuestos y no vamos a llegar a ningún acuerdo", ha agregado.
El interrogatorio se ha prolongado durante cuatro horas y media. Ambos investigados han contado con la asistencia de un intérprete de portugués y han respondido a las preguntas del instructor, el fiscal José Perals y su defensa.
Neymar llegó a la Audiencia Nacional poco antes de las cinco de la tarde y la abandonó a las 18.30 horas. Se marchó entre los chillidos histéricos de varias fans que esperaban su salida, a las que firmó autógrafos. El relevo lo tomó su padre, que ha comparecido durante casi tres horas y ha insistido en que su hijo no participó en el fichaje y desconocía los pormenores de la negociación.
QUEBRAR LA LIBRE COMPETENCIA
El juez De la Mata admitió en junio pasado una querella presentada por la empresa de representación de futbolistas DIS-Esportes e Organizaçao de Eventos, que poseía el 40 por ciento de los derechos federativos del jugador, al entender que el equipo azulgrana pudo adquirirlos en 2013 "fuera de la normal competencia" y por un valor "inferior al del mercado".
Según el juez, la operación para adelantar la incorporación del futbolista a la temporada 2013-2014 pudo "quebrar la libre competencia en el mercado de fichajes" y causar un perjuicio económico a los propietarios de los derechos federativos del jugador.
El Barça firmó en noviembre de 2011 un contrato con Neymar y la sociedad de su padre, N&N, por el cual el Barça se hacía con sus derechos cuando finalizara su contrato con el Santos, en 2014, con un coste de 40 millones de euros.
El jugador debía rechazar todas las ofertas que recibiera, con una cláusula por incumplimiento para todas las partes de 40 millones. En ese año se firmó, además, un contrato de préstamo de 10 millones que el Barça abonó en diciembre. Entre 2013 y 2014 se abonaron los 30 millones restantes.
De la Mata, que abrió juicio oral por el 'caso Neymar' el pasado 13 de mayo, cifró el coste real del traspaso en 83,3 millones de euros, en contra de lo defendido por el expresidente del club Sandro Rosell, que aseguró que la operación se hizo por 57,1 millones. La Fiscalía elevó el coste del traspaso a 94,8 millones de euros.
