Cuando estén leyendo estas líneas será viernes de Carnaval y antesala de la Cuaresma que se iniciará el Miércoles de Ceniza.
De esta forma Don Carnal muere y Doña Cuaresma surge de nuevo, muere el Carnaval, excepto en El Puerto, y nos preparamos 40 días para iniciar la Semana Santa.
No voy a entrar a estas alturas a discutir si El Puerto celebra el Carnaval contra natura porque es algo que me llevé discutiendo con mi buen amigo Pomares, durante 14 años, en la fenecida R. Puerto.
Lo cierto es que con el comienzo de la Cuaresma, se inicia de nuevo la renovación de nuestras ilusiones. Con la llegada de la Cuaresma, nuestras vidas se transforman.
La luz y el olor es distinto, los atardeceres son de otra manera, el anhelo del cofrade es latente, la espera ha terminado y comienza todo nuevo; con la Cuaresma, dijo alguien, empezamos el final de la Semana Santa.
No estoy muy de acuerdo, pero en el fondo tiene algo de razón.
Lo cierto es que nuestras hermandades empiezan un ritmo frenético que no acabará hasta el Domingo de Resurrección: igualas, ensayos, limpieza, cultos... Las hermandades portuenses no son ajenas a esto.
Este año una de las grandes novedades va estar el Viernes Santo cuando se pueda presenciar una imagen para la historia, como es el Crucificado de la Veracruz completamente solo.
La hermandad, con acertado criterio, ha decidido dejar en casa a Nuestra Señora del Mayor Dolor y a San Juan, por problemas en sus respectivas peanas y, por motivos de seguridad, ellos no desfilarán por nuestras calles.
Aparte de los habituales estrenos, tendremos posiblemente la oportunidad de ver los pasos de Humildad y Paciencia saliendo de la Iglesia del Espíritu Santo.
Un año más, la Virgen de la Alegría deberá permanecer en su templo, por circunstancias económicas, cabeza fría y a la vez medida dolorosa e inteligente por parte de la gente del Resucitado.
Sería una gran novedad ver mujeres debajo de los pasos de Dolor y Sacrificio si es aprobado en Cabildo, claro está.
Y a la espera... a la espera de que se vayan incorporando nuevas hermandades a la nómina actual.
La gente de Vallealto es la que tiene todas las papeletas de que sea la próxima Hermandad que se incorpore a la Semana Santa de nuestra ciudad; la pregunta está en ¿desde dónde la harán? y si lo hacen desde allí, ¿a qué hora saldrían?
Los jóvenes de La Salle son los siguientes que en próximos años podrían hacer realidad su sueño con el Prendimiento; hace algún tiempo emprendieron el camino correcto.
Nos queda el grupo de San Francisco y el de las Tres Caídas de San Marcos. Poco puedo decir de estos, aunque sé que llevan una buena dirección.
Se rumorea también de algo por SAFA.
En fin esto es lo que hay cuando nos llega una nueva Cuaresma... como ven, aires renovados, aires que hacían falta a nuestra Semana Santa.
Pues lo dicho: que disfruten todos de esta Cuaresma.
