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Teatro Villamarta: Mirar hacia el futuro

Para garantizar esa continuidad es imprescindible recabar el compromiso conjunto de todas las administraciones, con el Ayuntamiento como actor principal. Y es precisa también la implicación de la iniciativa privada

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Otello y Desdémona volverán al Villamarta. Como de nuevo pisarán su escenario la extraviada Violetta Valèry, las mejores voces de la lírica española, las nuevas promesas del flamenco, las más jondas estirpes jerezanas, los alumnos de las escuelas de música y las compañías teatrales de prestigio. Hace escasos días, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas comunicaba al Gobierno municipal la disolución irrevocable de la Fundación Teatro Villamarta, la peor de las noticias para quienes gestionamos lo público reivindicando la cultura como un bien colectivo, la cultura como un servicio irreemplazable en la construcción de una sociedad libre, madura y crítica. Pero las malas noticias de hoy no van a frenar nuestro afán por garantizar la continuidad de un espacio escénico irreemplazable en Jerez, un teatro que es patrimonio histórico de los jerezanos y de las jerezanas, de nuestros hijos y nuestros nietos, y cuya desaparición el Gobierno municipal jamás permitirá.

El Teatro Villamarta, al menos así lo consideramos desde el Gobierno municipal, es un elemento de servicio público y un bien colectivo de todos los jerezanos. El de la plaza Romero Martínez es un coliseo de extraordinario prestigio a nivel nacional que, bajo la premisa de la calidad, ha fomentado la producción propia de óperas y zarzuelas, ha recibido importantes reconocimientos, como el Premio Especial de los Premios Líricos Campoamor otorgado en 2015 por su aportación al mundo de la lírica. Desde el edificio firmado por el arquitecto Teodoro Anasagasti se ha forjado un proyecto cultural que, durante dos décadas, ha apoyado con éxito a la producción y a los artistas españoles e hispanoamericanos y ha sido una plataforma para incontables voces jóvenes.

Con la mirada centrada en el futuro y con el propósito de iniciar una nueva etapa que salvaguarde la permanencia de un proyecto con una función social indiscutible,  desde el Gobierno municipal estamos trabajando, desde el primer día y con total transparencia, siempre de la mano de sus trabajadores, para otorgar al Teatro Villamarta una nueva identidad que garantice su permanencia, a través de una fórmula jurídica distinta para la gestión del coliseo o asumiéndola, en última instancia, desde el propio Ayuntamiento.

Pero en esta mirada hacia el futuro tenemos la obligación de echar la vista atrás, por un instante, para no olvidar que el escenario que ahora vivimos es fruto de una situación histórica. Un escenario que ha sido provocado por la nefasta e irresponsable gestión del anterior gobierno municipal, que tuvo la oportunidad de salvar la Fundación del Teatro Villamarta y no lo hizo, y el puntillazo asestado por la implacable Ley reguladora de las Bases de Régimen Local, que ha liquidado el órgano de una institución por la que siempre hemos apostado, conscientes de su papel imprescindible en el ámbito cultural y social de Jerez. Una decisión, la del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que ha amordazado las gestiones de búsqueda de patrocinios que desde el Ayuntamiento habíamos emprendido con éxito y que retomaremos una vez fijada la fórmula jurídica apropiada.

Ahora debemos mirar hacia el futuro. Ahora, urge preservar una institución que pertenece a todos los jerezanos. Ahora, es preciso defender la extraordinaria labor profesional realizada por una plantilla con la que vamos de la mano en la búsqueda de una solución que frene la desertización cultural a la que nos quisieron llevar quienes pudieron reflotar la Fundación Teatro Villamarta y, por desidia o desinterés, no quisieron hacerlo.   

El clamor de Jerez a favor de su pervivencia quedó patente en la reciente concentración organizada la semana pasada a las puertas del Teatro Villamarta, donde todos, ciudadanos anónimos, representantes de todos los ámbitos, de la literatura, del flamenco, de la pintura, del periodismo, de los partidos políticos, de las organizaciones sociales y vecinales reivindicaron su continuidad.

Y para garantizar esa continuidad es imprescindible recabar el compromiso conjunto de todas las administraciones, con el Ayuntamiento como actor principal. Es precisa también la implicación de la iniciativa privada, tan potente en Jerez, con la figura del patrocinio y es necesario el esfuerzo y la implicación de todos, políticos, trabajadores, agentes sociales y organizaciones ciudadanas. 

Con la contribución de todos, conseguiremos el objetivo de garantizar la conservación de nuestro Teatro Villamarta, de mantener un rincón vivo que vertebra la actividad cultural de Jerez, y la trasciende, involucrando a toda la ciudadanía e impulsando la iniciativa privada y la consecuente generación de empleo. Todos tenemos la obligación de aunar esfuerzos para mantener el Teatro Villamarta, pensando en el futuro de Jerez y apostando porque nuestros nietos tengan también el privilegio de disfrutar, como nosotros ayer, del extraordinario repertorio de Otello y Desdémona.   

*Francisco Camas es Teniente de Alcaldesa de Urbanismo, Dinamización Cultural, Patrimonio y Seguridad del Ayuntamiento de Jerez

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