El Málaga CF saltó al césped de La Rosaleda con la lección grabada a fuego: presionar al Real Madrid desde arriba para evitar que marcara el ritmo del partido con su juego, y los pupilos de Javi Gracia demostraron que la lección estaba aprendida.
Así, desde el minuto uno los jugadores malaguistas, arropados por la afición, demostraron un despliegue físico espectacular logrando que el guión del partido acabara con un empate a uno, que les supo a victoria.
Dos minutos de infarto
Las primeras ocasiones llegaron con una jugada del malagueño Isco Alarcón con réplica en la portería contraria de Charles, también Juanpi llevó peligro al área rival, pero el Málaga perdonó y lo pagó caro, ya que el Madrid, que no encontraba espacios y se chocaba con la muralla blanquiazul, tuvo dos minutos de oro.
En fuera de juego cabeceó Cristiano Ronaldo una falta por la derecha y batió a Kameni poniendo el 0-1. Sin apenas pausa, y con el tirmo frenético que fue la tónica en la primera mitad, en la siguiente jugada, el portugués se internó en el área local siendo derribado por Weligton. El árbitro no lo dudó y pitó penalti. Penalti que lanzó el propio portugués y que desvió el guardameta camerunés en un alarde de reflejos.
Fue el momento clave del encuentro, tal y como señaló a la postre Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid: “No hemos aprovechado nuestro gran momento, el 0-2 que nos hubiera llevado a otro escenario, pero Kameni ha estado muy intuitivo”.
Por lo que el equipo de Gracia, reaccionó y tuvo unos minutos después la opción de empatar en un balón que chutó el croata Cop, pero tras tocar Keylor Navas dio en el larguero y despejó in extremis Sergio Ramós.
Durante los primeros minutos tras el descanso, el Málaga siguió presionando y dándole un ritmo rápido que le permitió tener opciones de cara a meta, aunque el cansancio empezó a notarse entre la plantilla malaguista.
Y así, en unos minutos donde la intensidad bajó, y el juego era más pausado, llegó el gol local, en el minuto 66, en una jugada construida y finalizada por la zaga blanquiazul. La internada llegó por la izquierda de las botas de Recio, que acabó con un pase de Weligton a Raúl Albentosa, quien solo tuvo que empujarla a la red delante de Keylor Navas que volvió a ser protagonista, unos minutos después, tras sacar una mano milagrosa y desviar un cabezazo en carrera de Charles.
El cansacio dio paso a los cambios en ambos equipos, y aunque los blancos no tiraron la toalla, con buenas acciones de Marcelo, el Málaga fue un muro infranqueable en esos últimos minutos. Empate que sabe a triunfo para los locales y a derrota para los visitantes.
El Málaga suma 31 puntos y se afianza en la tabla a diez puntos de los puestos de descenso y a siete de las competiciones europeas.