Corea del Norte hizo hoy un llamamiento a mejorar la autosuficiencia económica a través de los medios estatales, a la espera de que el Consejo de Seguridad de la ONU imponga nuevas sanciones que podrían ahogar el comercio y las finanzas del país.
"Ampliar la autosuficiencia de nuestra economía puede ser una dura tarea, pero debe llevarse a cabo en el futuro", indicó el diario Rodong, del Partido de los Trabajadores, en un comunicado.
El diario denunció que "los imperialistas insisten en su plan de ahogar las economías de los países progresistas y obligarlos a la sumisión al presionar mediante sanciones y contención".
Se trata de la primera vez que el opaco régimen ofrece pistas sobre la futura dirección de sus políticas cuando reciba el impacto de la nueva resolución de la ONU, que previsiblemente se adoptará en los próximos días.
Estados Unidos y China llegaron la semana pasada a un acuerdo sobre el borrador de la próxima resolución, que contempla duras restricciones al comercio internacional de Pyongyang como respuesta a las pruebas nuclear y de misiles llevadas a cabo en enero y febrero, respectivamente.
Las nuevas sanciones, que se sumarán a las ya impuestas de forma unilateral por EEUU, Corea del Sur y Japón, buscan ahogar las fuentes de ingresos y las adquisiciones del régimen de Kim Jong-un para presionarlo a abandonar sus programas nuclear y de misiles.
En el comunicado publicado hoy en el diario estatal, Corea del Norte también destacó la necesidad de "fortalecer nuestra postura de defensa frente a la agresión y la presión", al considerar que "los imperialistas (EEUU) usan su poder militar para aplastar los derechos soberanos de los países progresistas".
Este llamamiento llega antes de que en marzo y abril Corea del Sur y EEUU lleven a cabo sus maniobras militares anuales Key Resolve y Foal Eagle en territorio surcoreano, y que cada año provocan feroces críticas de Pyongyang al considerarlas un ensayo de invasión de su país.
De hecho, en su habitual retórica belicista Corea del Norte amenazó la semana pasada con convertir Washington y Seúl en un "mar de fuego" como respuesta a los ejercicios militares.
