Manuel Gracia, el presidente de la Autoridad Portuaria de Sevilla, trazó ayer con claridad los ejes de futuro del pulmón industrial y logístico provincial en la primera intervención pública que protagoniza desde que llegó al cargo en julio del año pasado. Y, claro, su postura sobre el dragado para mejorar el canal de navegación del Guadalquivir era la parte más esperada. Gracia, expresidente del Parlamento andaluz y veterano dirigente del PSOE, navegó en las agitadas aguas de este proyecto posponiendo toda decisión que puedan tomar las administraciones -estado y Junta- a inicios de 2018.
“En dos años estaremos en condiciones de que se tome una decisión definitiva sobre cómo mejorar el calado. Los estudios que desarrollan expertos de las universidades de Sevilla, Huelva, Cádiz y Málaga deben estar terminados antes de final de 2017”. “No sólo no renuncio al dragado sino que trabajamos por ello, pero mientras haremos todos lo que esté en nuestra mano y no dependa de terceros para mejorar la navegabilidad”, resumió Gracia ante una nutrida representación empresarial y política en el club Antares, que gestiona la Cámara de Comercio de Sevilla. Una Cámara que es el pilar más firme en la defensa de que el dragado se haga. Su presidente, Francisco Herrero, de hecho, comentó en el coloquio posterior a esa conferencia de Gracia que esperaba que esos informes técnicos “sean fiables y asépticos” respecto a la decisión a tomar.
Y es que el propio Gracia habló en dos ocasiones, en su conferencia y en el coloquio, de la opción de que esos documentos puedan redirigir el debate entre defensores y detractores (ecologistas y arroceros, fundamentalmente) “hacia una tercera posibilidad”. Una tercera vía. “No podemos contemplar que no se haga nada, eso no es una opción bajo ningún concepto”, aseguró contundente.
Competitividad
Reiteró en este sentido el argumento de los defensores del dragado sobre la pérdida de competitividad que sufrirá el Puerto si no pueden acceder a él los nuevos buques que copan el tráfico mundial, y que pueden transportar entre 20.000 y 25.000 toneladas. “Usar estos barcos permite abaratar entre 6 y 8 euros el coste de cada tonelada transportada, no sólo por la cantidad de carga que llegaría, sino por el tipo de carga”.
Ante el consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, reiteró además que espera de esos informes de los expertos para conocer en detalle qué garantías ambientales debe cumplir el proyecto del dragado “para que podamos cumplirlas de forma estricta”.
Mientras, el presidente cifró en 24 millones de euros el dinero inicialmente destinado a profundizar el canal de navegación que se ha podido reconducir a realizar mejoras en la navegabilidad. Y, en un guiño a su antecesora y hoy delegada de Economía del ayuntamiento de la ciudad, Carmen Castreño, alabó su agilidad para lograr reprogramar ese volumen de fondos y evitar que se perdieran.
Más allá del dragado, Gracia aludió al nuevo plan estratégico que se está elaborando para guiar el puerto de Sevilla los próximos años. Su filosofía, resumió, será la de continuar modernizando “física y tecnológicamente” las instalaciones portuarias.
El presidente de la Autoridad Portuaria recordó que el recinto alberga más de 200 empresas en sus 850 hectáreas, en las que trabajan más de 6.000 personas y que cuenta con el recinto logístico más grande de Andalucía, la ZAL. Además, la terminal de contenedores de Batán, que merced a un nuevo concurso va a estar gestionada por una única compañía, es la segunda más importante de Andalucía tras Algeciras.
Respecto a Sevilla Park, Gracia señaló que la última palabra la tiene el ayuntamiento y abogó por el traslado de los depósitos de carburante próximos. Preguntado sobre cómo casa con el centro comercial previsto en Palmas Altas, añadió que prefería no pronunciarse sobre “proyectos virtuales”.
Críticas a la competencia “no leal” de otros puertos andaluces
Manuel Gracia se mordió ayer poco la lengua al conectar la necesidad del Puerto de Sevilla de mejorar el canal de navegación para atraer más y mejores tráficos, con la actitud que mantienen los otros seis puertos del Estado en Andalucía. “Tenemos que movernos en este sentido porque el final de la competencia no leal por parte de puertos que no están muy lejos de nosotros no tiene visos de terminar a corto plazo”.
Se refería así, sin nombrarlo, a la capacidad de puertos como el de Algeciras de aprovechar todo el margen de rebaja de las tarifas portuarias que permite la ley para afianzar sus tráficos. El criterio clave fijado por ley para ello es la rentabilidad anual.
“Esos tráficos cautivos discriminan unos puertos de otros, y los que los tienen pueden acabar además atrayendo tráficos que hasta ahora se dirigen a otros puertos en la misma franja costera”, resumió. Gracia apostó por ello por la coMpetencia entre puertos para lograr, además, reducir el poder de las navieras en algunos puertos.