Tras los resultados de este martes y el apoyo de la exaspirante a la Presidencia de EE.UU. Carly Fiorina, Ted Cruz se presenta hoy como el único capaz de impedir que Donald Trump sea el candidato republicano a la Casa Blanca en detrimento de un Marco Rubio al que ya muchos piden que se retire.
Los resultados de ayer dejaron muy tocado al joven senador de origen cubano, que tuvo que salir hoy a reafirmar su intención de seguir en la carrera presidencial después de que sus rivales, analistas políticos y medios le hayan pedido que diga adiós a sus sueños presidenciales.
"Yo quiero ser el presidente de Estados Unidos", aseguró hoy Rubio en un mitin en Miami, su ciudad natal, donde mañana se celebrará un debate de los aspirantes republicanos y el 15 de marzo primarias, en este caso también en el bando de los demócratas.
Además, descartó la posibilidad de renunciar para ser apenas el vicepresidente de otro de los aspirantes, ni del favorito Donald Trump "ni de nadie".
Sin embargo, la campaña de Rubio se levantó hoy con titulares como el de un editorial del diario Washington Post que dice: "Lo siento Rubio, es tiempo de cerrar".
El mejor situado para intentar dar la vuelta a los sondeos y el desarrollo de las primarias, que apuntan a Trump como máximo favorito, es Ted Cruz.
El senador por Texas, también de origen cubano, ganó este martes en Idaho y fue segundo en los tres estados restantes donde se celebraron primarias o caucus (asambleas populares): Misisipi, Michigan y Hawai, en todos los casos por detrás de Trump.
Y hoy, en la ciudad natal de Rubio, el senador por Florida recibió otro duro golpe al conocer que Fiorina avalaba a Cruz.
La exaspirante, que abandonó la carrera el pasado 10 de febrero, consideró que solo Cruz es capaz de derrotar a Trump y, en su opinión, la "única" manera en la que los conservadores podrán "derrotar a Hillary Clinton".
La exaspirante se refirió a Cruz como un "fiero luchador" de los derechos constitucionales" y un "líder reformador" alejado de la clase política de Washington y siempre "inequívocamente" situado del lado del pueblo estadounidense.
El senador hispano "tiene el orgullo de ser conocido por los enemigos" que ha hecho en Washington. Ese es el "precio del liderazgo", afirmó Fiorina, quien precisó que ya había votado por Cruz la pasada semana en las primarias de Virginia.
En el mismo mitin, Cruz recalcó que a estas alturas la campaña se ha convertido en un duelo entre él y el magnate inmobiliario y no hay lugar para otros republicanos, en un claro mensaje a Rubio.
Tras las votaciones del martes, Trump cuenta con 446 delegados, Cruz con 347 y Rubio con 151. Para ganar la nominación se necesitan un total de 1.237.
"Los conservadores se están uniendo con nosotros y esta carrera continúa estrechándose para llegar a un duelo entre dos. En un mano a mano, Trump pierde", aseveró Cruz en medio de los aplausos de sus seguidores.
Los aspirantes republicanos participarán mañana en un debate previo a las primarias del día 15 en Florida, decisivas para la definición de la nominación, pues el ganador se lleva los 99 delegados en juego, sin que haya un reparto proporcional entre los contendientes como en otras de estas votaciones.
Por ese motivo, Rubio se aferra a una victoria en su estado natal para continuar en la carrera republicana, aunque este martes no logró ni un delegado en las cuatro citas a las urnas y apenas lleva dos triunfos en los veinte estados donde se han celebrado primarias o caucus.
Pero cada día que pasa la remontada se ve más lejana.
Especialmente si se tiene en cuenta que las encuestas de intención de voto no le son favorables en Florida. La última de ellas, publicada hoy por la cadena CNN, da una ventaja a Trump de 16 puntos sobre Rubio, que apenas se haría con el 24 % de los votos.
Sabedor de que en su casa residen sus últimas esperanzas, el senador se está volcando en los últimos días en Florida, donde está realizando numerosos mítines y ha vuelto a utilizar el español para dirigirse a la importante comunidad hispana del sur de Florida.
Aunque con un peso electoral mucho menor que la cubana, la comunidad venezolana del sur de Florida le mostró hoy su respaldo en agradecimiento por su apoyo a su lucha contra el Gobierno de su país durante los últimos años.
"Sabemos que Rubio es un prolatinoamericano. Necesitamos un presidente (en EE.UU) que conozca las relaciones internacionales, que conozca lo que sucede en países con regímenes dictatoriales", señaló a Efe el presidente del Comité Latinoamericano del Partido Republicano en Miami Dade, Ernesto Ackerman, un venezolano llegado a EE.UU. hace 27 años.
A Rubio, el candidato por el que apostó el aparato del Partido Republicano con una millonaria inversión publicitaria tras la retirada del exgobernador Jeb Bush el pasado 20 de febrero, le quedan apenas seis días para dar la vuelta a una tendencia bajista.