El Colegio José Calderón de la barriada malagueña de Campanillas está en pie de guerra contra el amianto. Unas doscientas personas entre padres, madres, alumnos, profesores y vecinos del barrio participaron ayer en una protesta en la entrada del centro educativo.
Por un colegio sin amianto. CEIP José Calderón o El problema existe han sido los lemas que protagonizaron la concentración, la cual contó con el respaldo de representantes políticos de IU-Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla y Francisco Guzmán, así como de Torremolinos-Costa del Sol Sí Puede, los sindicatos CCOO, CGT y CSIF y miembros de la plataforma Málaga Amianto Cero y la Asociación de Víctimas del Amianto Avida Málaga.
“No al amianto, sí a la salud” ha sido la proclama que pronunciaron todos al unísono y cubiertos de mascarillas para exigir la retirada “inmediata” de las placas de uralita que perviven desde el año 1973 en este colegio, donde están escolarizados un total de 457 niños de tres a 14 años.
Los padres del José Calderón tienen el miedo metido en el cuerpo y “no les convence en absoluto” los argumentos esgrimidos desde la Junta de Andalucía. Por lo pronto, los sindicatos anunciaron llevar este problema a la inspección de trabajo.
Ayer mismo por la mañana mantuvieron una nueva reunión en la Delegación de Educación con técnicos de la Agencia Pública de Educación, la empresa Cemosa, encargada de realizar las mediciones de las partículas de fibrocemento en el colegio, y un representante del Servicio de Planificación y Escolarización del Gobierno andaluz, quienes volvieron a reiterar que el ambiente del centro escolar “está libre de amianto”. “
A día de hoy (por ayer) nos han asegurado que estas uralitas no se pueden caer ni partir. Reconocen que hay agujeros, grietas y fisuras pero no son peligrosas hoy por hoy; mañana, no sabemos”, informa la secretaria del Ampa Piedra de la Torre, María de los Ángeles Guzmán respecto a esta reunión. Pero estas explicaciones nuevamente no satisfacen a los padres.
Ellos no van a parar en sus reivindicaciones y ya se han puesto manos a la obra.
Guzmán señala que están recogiendo firmas y ya medio centenar de padres han elaborado peticiones individuales, que próximamente entregarán en la delegación de Educación, en las que exigen una fecha de retirada de este peligroso material. “Estamos hartos de que nos digan que no hay presupuesto. Esperamos que se tomen en serio la ley, la cual están incumpliendo. Qué están esperando, a que se caigan los tejados”, esgrimen con rabia.
Guzmán cuenta que las mediciones que se han efectuado en el colegio son las que establece la ley española, pero advierte de que “no son recomendables por la UE, que aconseja realizar las pruebas mediante la técnica de microscopía electrónica de transmisión”. “Ellos se escudan en esta ley, pero para nosotros es insuficiente para detectar las fibras de amianto”, recalcan.
Afirman que la Junta sigue reconociendo que los tejados están en mal estado, porque su vida útil ha finalizado, pero que no hay presupuesto para desmontarlos. “Estamos esperanzados en que recapaciten y se tomen en serio la retirada de estos tejados de fibrocemento”, apostillan.