El precio de la fresa española en los mercados europeos ha caído en las últimas semanas en torno a un 65 por ciento debido principalmente a la "saturación" existente en los mismos por la entrada de producciones de otros países y a la merma de la calidad del producto por la falta de mano de obra.
En declaraciones a Efe, el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de la Fresa de Huelva (Freshuelva), Alberto Garrocho, ha indicado que el punto de inflexión en este campaña, que en estos momentos se encuentra a un 65 por ciento de recolección, ha sido la Semana Santa.
Desde entonces "los precios han ido bajando hasta situarse en niveles muy malos para el agricultor, alrededor de unos 55 o 60 céntimos el kilo, algo que prácticamente ni da para cubrir los costes de producción".
Ello es debido, principalmente, a que "los mercados están saturados, en estos momentos la producción es muy alta en varios países y hay exceso por eso los precios bajan".
Pero además, este año hay que sumar que "se está mandando mucha fruta al mercado en muy malas condiciones" algo que es debido a que se ha advertido una falta de mano de obra en esta campaña.
Ello conlleva a que las rotaciones en los campos se hagan a muchos días y la fruta alcance un exceso de madurez que se traduce en daños mecánicos que se hacen más evidentes cuando las fresas llegan a los mercados.
Garrocho ha señalado que "estamos pasando una mala racha" y que hasta precisamente el día de hoy "no se está viendo un poco reflotar los precios".
Confían en que ese alza siga de manera progresiva y se mantenga durante varias semanas para "intentar capotear la campaña y tratar de escapar lo mejor posible".
De no ser así "cada productor tendrá que hacer sus cuentas día a día y ver si lo que recoge y vende le es rentable y decidir si continúa o no con la recolección o da por concluida la campaña", ha señalado.