Mañana se cumple un mes del incendio del vertedero de neumáticos de Seseña (Toledo), el más grande de Europa, que fue extinguido hace seis jornadas, pero ahora lo que preocupa a los vecinos es la calidad del aire y la retirada de residuos y neumáticos no quemados, lo que está previsto iniciarse en unos días.
Las llamas comenzaron durante la madrugada del viernes 13 de mayo, en el término municipal de Valdemoro (Madrid), en el que se ubica el 30 por ciento del vertedero y donde la Guardia Civil está centrando las investigaciones, motivo por el cual las autoridades no han declarado extinguido el incendio de manera definitiva.
El fuego se originó tras varios días de lluvia, lo que ha llevado a pensar que fue intencionado por la gran la dificultad que supone incendiar neumáticos mojados, aunque aún se desconocen de manera oficial las causas.
Según cálculos del Gobierno de Castilla-La Mancha realizados mediante el uso de drones, alrededor de 12.000 toneladas de las 100.000 que se habían acumulado en este lugar desde finales de los años 90, no se han quemado y se trasladarán a los dos gestores autorizados de residuos en la región, en Chiloeches (Guadalajara) y Campo de Criptana (Ciudad Real), para después convertirlos en combustible con el que calentar los edificios públicos de la Junta.
Para determinar qué se hará con los residuos, es decir, con las ruedas quemadas, uno de los asuntos que más preocupa a los vecinos por los posibles riesgos para la salud, la empresa pública Emgrisa está realizando un informe que estará listo en los próximos días.
Al tiempo, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha constituido la comisión de expertos que va a asesorar sobre la calidad del aire en Seseña, presidida por la Universidad de Castilla-La Mancha, en la que participan las instituciones científicas más importantes del país.
En su primer encuentro, la comisión ha apuntado que "en algunas ocasiones puntuales" durante el incendio hubo picos de contaminantes por la penetración del humo en las zonas de las estaciones de medición ubicadas en la localidad.
Han elaborado informes la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire de Castilla-La Mancha, del Instituto de Salud Carlos III, del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnologías (CIEMAT) y el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IDAEA-CSIC).
También la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona ha recogido durante esta semana muestras en Seseña y prevé tener resultados y presentar sus recomendaciones a los vecinos a mediados de julio.
Uno de los más críticos con la calidad del aire ha sido Ecologistas en Acción, que ha denunciado que la localidad de Seseña (Toledo) alcanzó concentraciones atmosféricas "muy peligrosas" del hidrocarburo cancerígeno benzopireno.
Los ecologistas apuntan que la zona no se ha limpiado de compuestos cancerígenos por lo que dicen que "no se entiende el comportamiento ni de la Administración central ni de las dos comunidades autónomas concernidas de no evacuar a la población hasta que vuelva a ser seguro residir allí".
El único día que se decidió evacuar a la población de El Quiñón, la urbanización diseñada por 'El Pocero' que se encuentra a menos de medio kilómetro del incendio, fue el viernes 13 de junio por la gran nube de humo, visible desde varios kilómetros.
El colegio de El Quiñón también permaneció cerrado durante casi tres semanas, pero el pasado lunes volvió a abrir sus puertas.
En el plano político, el suceso ha enfrentado a los diferentes partidos, se ven involucradas administraciones de diferentes colores políticos, y el PP y Podemos han pedido en las Cortes de Castilla-La Mancha una comisión de investigación sobre el incendio.
La zona permanece vigilada las 24 horas del día por una compañía de seguridad contratada por la empresa pública Tragsa, que se encargará de la retirada de las ruedas.