La responsabilidad que la pasada semana entonaba el alcalde de El Puerto, David de la Encina, tras la decisión de cesar a una parte de sus socios de Gobierno (Levantemos El Puerto) para que estos asumieran sus funciones, toma una semana después mayor protagonismo y una mayor autenticidad en el trasfondo de la cuestión.
El drama de muchas familias portuenses abocadas a una realidad que no entiende ni de Pactos Programáticos ni de convenios municipales, padecen la inacción administrativa ante una cada vez más situación incontrolable que se encuentran en el día a día.
Las promesas incumplidas atraen meses después un panorama de complicadas consecuencias ante compromisos que quedaron en el aire. Los atrasos en las ayudas de alquiler otorgadas por la Concejalía de Bienestar Social, entonces comandada por José Antonio Oliva (al igual que Viviendas), han sido una constante.
De hecho, son hasta nueve las mensualidades que acumulan sin que hasta la fecha se haya dado un plazo concreto y cumplidor para abonar la cuantía que sigue sin pagarse.
La coyuntura se va complicando con el paso del tiempo al darse la circunstancia de que el propio Suvipuerto, empresa municipal de Viviendas, está alertando a la propia compañía de electricidad Endesa al cambio de inquilino en el contador de la luz, con la consiguiente dificultad de poder pagar las cuantías mensuales, comprometiendo a éste a su pago sin poder hacerlo.
Eso en cuanto a la luz se refiere, en el tema de vivienda, los inquilinos, tal y cómo ya se ha publicado y puesto de relieve en pasadas publicaciones por este medio, harto de los retrasos de estos nueve meses, han puesto en conocimiento de la necesidad de empezar a abandonar el alquiler de las viviendas o al abandono de éstas ante su impago.
La desesperación de familias necesitadas que escucharon y creyeron que sus demandas iban a ser tenidas en cuenta, encuentra ahora que las prometidas ayudas sociales han quedado en papel mojado. “Nos sentimos engañados. Nueve meses esperando creo yo que es tiempo más que suficiente como para que paguen lo prometido”, apunta uno de los afectados, ante la desesperación de la espera.
“Desde el Ayuntamiento y ahora con la situación creada (redistribución de las Concejalías), nos dicen que no firman nada hasta que esto no se aclare. No podemos aguantar más. Estamos en una situación límite porque nos vemos sin luz y en varios de los casos, sin vivienda donde poder vivir dignamente”.
