Los exmiembros del Secretariat Nacional de la CUP Roger Castellanos y Tomàs Sayes --que dimitieron el viernes con cuatro miembros más por la estrategia de la dirección-- han asegurado este lunes que la CUP ha dejado de ser "un acelerador y una garantía" del proceso independentista.
"Hemos perdido lo que dijimos que seríamos", ha lamentado Castellanos en una entrevista de Catalunya Ràdio recogida por Europa Press, en la que ha considerado sobredimensionada la capacidad decisoria que la aritmética parlamentaria ha otorgado a la CUP, lo cual ha puesto mucha presión sobre el partido.
También ha dicho que el papel que se esperaba de los anticapitalistas era complementar desde el punto de vista social el proceso independentista que encabeza JxSí: "La gente ha tenido más claro que papel tenía que tener la CUP que la misma CUP".
POLARIZACIÓN INTERNA
Sobre su dimisión, han expuesto que el Secretariat Nacional "no está funcionando correctamente" y que decidieron dejar el órgano anticipadamente para visualizar que lo hacían por razones distintas al proceso de renovación del Secretariat, que la CUP aprobó iniciar en una asamblea en mayo.
Los seis dimisionarios anunciaron su renuncia en un comunicado en que criticaban el "aumento de actitudes sectarias y maquiavélicas" en la formación ante la disparidad de opiniones sobre el papel de la CUP en la investidura de Artur Mas y en los Presupuestos de la Generalitat.
"No se han solventado estas diferencias completamente legítimas sino que se han ido polarizando", según Castellanos, que ha defendido que el asamblearismo de la CUP debe pasar por buscar consensos, no por enfrentar a bloques y ver quién gana.
Sobre el proceso de renovación del Secretariat Nacional que se va a emprender ahora, Tomàs Sayes ha dicho que existe una propuesta para incluir miembros de consenso en este órgano pero él la considera insuficiente, aunque no la ha concretado.
