El Tívoli es el modelo más importante de la marca surcoreana SsangYong, por el que han realizado su mayor apuesta, y de momento los resultados están siendo positivos y pueden crecer con el modelo de GLP, un coche orientado a los ahorros, verdaderamente impresionantes.
El GLP, muy extendido en algunos países de la Unión Europea, como Francia o Italia, es una mezcla de gases licuados -propano y butano- que son obtenidos durante la extracción y destilación fraccionada del petróleo de crudo.
Según la marca, con la alimentación de gasolina y el depósito de gas a tope, la autonomía del Tivoli GLP supera los 1.200 kilómetros, un valor creíble tras la prueba dinámica de esta unidad, transformada en España por la propia importadora, de modo que todo el sistema dispone de la garantía de fabricante.
El ahorro con el Tívoli está más que garantizado, pero, además, tiene otro aspecto muy positivo, porque el Autogas es mucho más respetuoso con el medioambiente que los automóviles propulsados por gasolina o diesel.
Este todocamino emite respecto a los gasolina un 15 % menos de dióxido de carbono (C02) y un 68 % menos de óxido de nitrógeno (NOx).
La tasa de CO2 es algo menor en el caso del CO2, con un 10 %, pero se acentúa en el caso de los perniciosos NOx, porque el porcentaje de reducción llega al 96 %, al que suma una disminución de la emisión de partículas a la atmósfera a casi cero (99 %). La dualidad de este Tívoli se logra con la instalación de un sistema completo de alimentación de gas. Esto es un depósito que ocupa el hueco de la rueda de repuesto, aunque podría añadirse otro cilíndrico restando maletero, y un sistema de inyección que se suma al original del vehículo, pero, a diferencia, el de gas es de funcionamiento mecánico, mientras el de gasolina es electrónico.
Para completar el sistema se añade al lado de la boca de carga de gasolina la válvula para la recarga de gas, con una boca específica que ha de ser cambiada si se viaja a otros país, porque este estándar es diferente, y se ha de adquirir el suplemento adecuado.
Pero el Tivoli no es sólo ahorrador y más ecológico. Es un coche que llama la atención en la carretera y fuera de ella. SsangYong ha trabajado mucho esta faceta y no deja indiferente a nadie.
El bastidor ha sido desarrollado específicamente para este modelo y, por tanto, no se trata de una derivación de un vehículo del segmento B.
La marca ha empleado cuatro años para desarrollar este SUV, del que se han realizado cinco prototipos hasta la versión definitiva.
Así, en el terreno del diseño, el frontal del vehículo dispone de defensa bitono, luz diurna LED y faro proyector y banda lateral cromada y, en la parte trasera, cuenta también con luz diurna y de frenado LED, paragolpes bitono y antiniebla trasero central.
En el lateral, son destacables los pasos de rueda bitono, las nervaduras "acentuadas", el techo flotante o la cintura alta de este SUV.
Respecto al interior, la versión probada, la Premium, no cuenta con pantalla, el volante tiene forma de D y los acabados, aunque no son los mejores del segmento, son más que aceptables.
Donde gana muchos enteros es en el espacio del habitáculo. En los asientos delanteros la sensación de amplitud es más que notable -gracias también a la altitud de este todocamino- y en las posiciones traseras tres personas adultas pueden viajar de forma cómoda. Los asientos son confortables, recogidos y el piloto tiene una buena posición de conducción. El estar un poquito elevado se agradece a la hora de controlar la carretera y los posibles obstáculos que puedan surgir al volante. En cuanto al maletero, su capacidad se ve reducida en 75 litros (pasa de los 423 litros del modelo convencional a 348 litros) debido al volumen ocupado por el depósito toroidal para almacenar el gas. Ocupa el lugar de la rueda de repuesto, sustituida por un kit anti pinchazos.
Atendiendo a la seguridad activa, el control electrónico de estabilidad (ESP) es uno de los principales elementos, que se complementa con un sistema de protección antivuelco ARP, que evita el vuelco del vehículo en caso de un giro brusco a alta velocidad.
Además, incorpora el sistema antibloqueo de frenos ABS con distribuidor electrónico de la frenada electrónico EBD, que se encarga de distribuir la potencia de frenado entre el eje delantero y el trasero en función de la carga del vehículo, y el asistente de frenada BAS.
En materia de seguridad pasiva, el 71 % de su carrocería está compuesto por acero de alta resistencia (HSS) y el 40 % de éste es acero avanzado de alta resistencia (AHSS).
Asimismo, se han reforzado diez áreas principales para mejorar la resistencia mediante el proceso de estampación en caliente, que aumenta la rigidez del acero de 590 MPa a 1.500 MPa.
El Tívoli, con esta planta motriz, y en este caso con tracción delantera, va a realizar siempre la puesta en marcha alimentándose con gasolina. El sistema de gas necesita de la temperatura adecuada para un funcionamiento perfecto.
De hecho, la unidad probada, en los primeros momentos de funcionamiento con el gas daba pequeños tirones, que fueron subsanados con un retardo de la entrada de funcionamiento del sistema, hasta mejorar la temperatura de servicio.
Cuando el coche arranca en gasolina, el pequeño indicador de gas ubicado al lado de la palanca de cambios se ilumina en color rojo y muta a verde que se produce el cambio a la alimentación de gas. La respuesta del coche tanto si circula con gasolina como con GLP es idéntica, no se perciben diferencias. Es el software de gestión del motor el que se encarga de que no se perciban diferencias porque ajusta el mapa de funcionamiento del motor a la peculiaridad energética de cada carburante.
En cuanto a la dinámica, el motor es atmosférico, sin turboalimentación, por lo que trabaja muy en la zona alta de giro, de forma que, en determinadas situaciones en las que se le pide al propulsor un poco más de esfuerzo, es recurrente que el piloto tenga que llevar la mano a la caja para cambiar la relación. Dispone de con seis marchas.
En definitiva, es un todocamino orientado al ahorro de combustible, con un diseño innovador y un habitáculo muy espacioso que tiene un precio más que competitivo para este mercado que tanto está creciendo.
Motor
SsangYong Tivoli : cuestión de ahorro
Pero el Tivoli no es sólo ahorrador y más ecológico, es un coche que llama la atención en la carretera y fuera de ella
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