Con 32 votos a favor, uno en contra (del diputado de IU Gaspar Llamazares) y ninguna abstención, la comisión de defensa de la Cámara Baja dio el visto bueno a la petición de enviar un batallón de 450 militares para velar por la seguridad en las elecciones del 20 de agosto, 70 para proteger el aeropuerto internacional de Kabul y el resto para formar al Ejército afgano.
En su intervención, Chacón ha advertido de que la misión en Afganistán es “la más dura, compleja y arriesgada” de las Fuerzas Armadas y se desarrolla en un “escenario de gran riesgo”.
En este sentido, dijo que la situación de seguridad en Herat y Qala e Naw, la zona de responsabilidad española en la provincia de Badghis, “no está exenta de riesgos” y que los informes indican que seguirá el aumento de la amenaza y un recrudecimiento de la violencia.
Cifró en 44 millones el coste del envío del batallón, que comenzará a desplegarse en la primera quincena de julio, se ubicará en una zona entre Herat y Qala e Naw y actuará en tercera línea, en apoyo de la policía y el ejército afgano.
Chacón informó de que en las próximas semanas se enviarán a la zona 33 vehículos blindados Lince.