La ciudad de Jaén va a abastecerse desde esta misma semana de los manantiales de Mingo y La Merced. El bajo nivel del pantano del Quiebrajano, que ayer estaba al 38%, ha obligado a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) a activar de nuevo una medida de emergencia que, en todo caso, no notarán los hogares jienenses. “En unos días vamos a empezar a utilizar los sondeos de Mingo y La Merced y dejaremos el Quiebrajano como remanente, pero el abastecimiento a los domicilios no se resentirá en absoluto”, señala el ingeniero jefe de la Confederación en Jaén, José Martín.
Son unos 37.000 metros cúbicos de agua al día los que recibe la capital, y que ahora saldrán de nuevo de dos manantiales que suelen activarse cada vez que el Quiebrajano ronda el 30% de su nivel. El sondeo de La Merced es de aguas subterráneas mientras que el manantial de Mingo es superficial, y ambos presentan un alto nivel de recarga.
Desde el inicio del actual año hidrológico, el 1 de octubre de 2015, la lluvia caída en el entorno del Quiebrajano ha sido de 661 litros, ligeramente por debajo del promedio histórico, que es de 712 litros. Con todo, su nivel actual, del 38%, es de 15 puntos por debajo del que tenía hace un año.
El Quiebrajano es uno de los embalses en peor estado en la provincia de Jaén, pero en peor situación aún se encuentran los de La Bolera (31%), Guadalén (34,7%) y Giribaile (36,9%).
Desde la CHG se apunta que, en cualquier caso, el agua para abastecimiento está garantizada para al menos dos años y para regadíos, para más de un año.
Año hidrológico
El año hidrológico (que expira este próximo 30 de septiembre) se va a cerrar en Jaén con unos niveles similares a la media histórica. Las precipitaciones medias van a ser de unos 600 litros, una cantidad que, a juicio de la Confederación del Guadalquivir, están dentro de los niveles normales.
En toda la provincia de Jaén, el nivel medio de los pantanos es del 46,27%, 12 puntos menos que hace un año. En los embalses de la provincia hay en estos momentos 290 hectómetros cúbicos de agua menos que en 2015.
