De los 51,5 millones de italianos convocados a las urnas, sólo votó, según los datos finales provisionales facilitados por Interior, el 23,4%, porcentaje muy lejos del mínimo necesario para que fuera válido, que es el 50% más uno.
Aunque desde 1997 ningún referendo resultó válido por falta de quórum, esta es la primera vez en la historia de la República italiana que una consulta de este tipo registra una afluencia tan baja a las urnas.
El resultado supone un triunfo para la Liga Norte (LN), el partido aliado del primer ministro, Silvio Berlusconi, contrario al referendo, así como del opositor Italia de los Valores (IDV), del ex magistrado Antonio Di Pietro.
El Pueblo de la Libertad (PDL), de Berlusconi, estaba a favor, aunque no hizo campaña electoral presionado por la Liga Norte; y el Partido Demócrata (PD), el primero de la oposición, que pidió el sí.
“Tal y como fue presentado, este referendo parecía concebido para destruir a la Liga Norte y visto el resultado, lo consideramos como una victoria de la Liga” dijo Roberto Calderoli, ministro para la Simplificación Legislativa, miembro de la Liga Norte.
El presidente de la Cámara de Diputados y dirigente de PDL, Giafranco Fini, uno de los que apoyan el sí afirmó tras conocer el resultado que éste, visto el desinterés de los ciudadanos y la ausencia de campaña electoral, era “bastante previsible” y debe hacer reflexionar a los políticos.