El Rey Felipe retomará del 14 al 16 de enero próximos el viaje oficial a Arabia Saudí que se vio obligado a posponer hasta en dos ocasiones anteriores por circunstancias sobrevenidas, han anunciado este lunes los Gobiernos español y saudí.
El interés principal de la visita del monarca a la rica monarquía petrolera radica esencialmente en respaldar a las empresas españolas con proyectos en curso en ese país o que aspiran a conseguir licitaciones.
Es el caso del contrato --pendiente solo de su firma por parte de las autoridades saudíes-- para que la empresa pública Navantia construya cinco corbetas para las Fuerzas Armadas saudíes, por valor de unos 2.000 millones de euros y que garantizará carga de trabajo para los astilleros de San Fernando (Cádiz) por varios años.
Pero el monarca también quiere con este viaje cultivar la relación personal con dos pesos pesados del reino que están llamados a suceder al Rey Salman: el príncipe heredero (y sobrino del rey Salman), Mohamed bin Naif, ministro del Interior y responsable de la estrategia contra el terrorismo y la política exterior; y el vicepríncipe heredero e hijo del monarca, Mohamed bin Salman, ministro de Defensa y responsable del plan Visión 2030 para diversificar y modernizar la economía saudí, puesto que dentro de 80 años se agotarán las reservas de crudo.
El desplazamiento del Rey a Arabia Saudí lo han cuestionado Podemos y ERC, que no apoyan que el jefe del Estado visite un país que vulnera los derechos humanos: ha ejecutado a un centenar de personas este año y encarcela sistemáticamente a los disidentes, como el conocido bloguero Riad Badawi, condenado a 10 años de prisión y a recibir 1.000 latigazos.
Ciudadanos ha subrayado la necesidad de que el Gobierno aproveche el viaje del Rey para expresar ante las autoridades saudíes su preocupación en materia de Derechos Humanos, pero sigue siendo una duda si el Ejecutivo hará público los mensajes que en este sentido se pudieran trasladar en el marco del viaje, por miedo a que las autoridades saudíes se sientan ofendidas.
Los planes de Felipe VI de viajar a Arabia Saudí se han visto trastocados y hasta en dos ocasiones la visita se tuvo que cancelar. Es lo que ocurrió en febrero de 2016, cuando la interinidad del Gobierno aconsejó posponer el viaje, y una segunda vez en noviembre pasado por el fallecimiento de un hermano del rey Salman.
En esta ocasión, acompañarán al monarca los ministros de Exteriores, Alfonso Dastis, y de Fomento, Iñigo Gómez de la Serna.
LAS OTRAS VISITAS ANULADAS
El viaje a Arabia Saudí es de momento la única visita que el monarca ha conseguido recuperar de todas las que, aun estando programadas y preparadas, se tuvieron que cancelar con motivo de la prolongación durante casi un año del Gobierno en funciones.
También se anularon visitas de Estado a Reino Unido, Japón y Corea del Sur que, hoy por hoy, siguen sin estar en la agenda. En el caso de Reino Unido, hay voluntad por ambas partes de retomar la visita de Estado en cuanto sea posible.
Con Japón y Corea del Sur la cosa se complica. El país nipón está en pleno proceso de preparación de la abdicación del emperador Akihito, mientras que en Corea del Sur la presidenta Park Geun-hye ha sido destituida por un escándalo de corrupción que salpica a una confidente íntima, que se habría enriquecido gracias a sus lazos con la presidenta pero que también tuvo acceso a documentos clasificados e intervino en la redacción de discursos de la presidenta sin ocupar cargo público alguno.