La portavoz municipal adjunta de Izquierda Unida en Sevilla, Eva Oliva, ha apostado este domingo por la recuperación de la gestión directa de los comedores escolares y ha mostrado el “total apoyo” de su fuerza política a la huelga convocada por Comisiones Obreras (CCOO) en este sector con motivo del impago de nóminas adeudadas por la empresa concesionaria Catering Brens a sus ex trabajadores.
Oliva, a través de un comunicado, ha denunciado que la “mercantilización” que arrastra este servicio está afectando seriamente a la calidad del mismo y a las condiciones de trabajo de las plantillas que lo prestan. Por eso, IU considera que ha llegado la hora de que la Junta de Andalucía “se tome en serio esta cuestión”, abandone su política de conciertos en los comedores escolares y asuma su gestión íntegramente desde lo público.
Según Oliva, éste “es un debate que está en la calle”, pues cada vez son más los padres y madres preocupados por los graves problemas que hay en muchos colegios a cuenta de la baja calidad de los alimentos que ofrecen las empresas concesionarias de los comedores y de los conflictos laborales que no dejan de sucederse por los despidos y la precariedad que sufren sus trabajadores.
Prueba de ello -ha esgrimido la portavoz de IU-, son las cuatro jornadas de huelga convocadas por CCOO esta semana (desde el lunes al jueves) en los 32 comedores escolares que la empresa Aramark SL gestiona en la provincia de Sevilla a fin de reclamar el pago de las nóminas que la anterior concesionaria Catering Brens le sigue adeudando a sus 231 trabajadores.
Al hilo de esto, Oliva ha recriminado a PP y PSOE que en el último Pleno del Ayuntamiento de Sevilla vetaran, con su abstención, la moción de urgencia presentada por Izquierda Unida para abordar este tema y para demandar a la Junta un cambio de modelo de gestión en este servicio fundamental para la conciliación de la vida laboral y familiar en miles de hogares andaluces.
Según la concejala de IU, con ese proceder, ambos partidos “se retrataron” y dejaron muy claro que son “responsables” de la precariedad y de la privatización de los comedores escolares.
En concreto, la moción de IU proponía mantener la gestión directa del servicio en aquellos comedores escolares en los que ya está implantada actualmente y establecer progresivamente este sistema en el resto de centros educativos andaluces, favoreciendo la implicación de las AMPA y asegurando el cumplimiento de la ratio de 90 comensales máximo por cada cocinero y ayudante de cocina.
Desde Izquierda Unida sentencian que “no se puede seguir primando el coste del servicio frente a la calidad de las comidas de los escolares” y que la gestión pública es hoy por el sistema “más aceptado por la comunidad educativa andaluza” y el que mejor garantiza los valores nutricionales para los alumnos.