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WWF reclama un Plan de Gestión del estuario del río Guadalquivir

La organización pretende que el río pueda recuperar sus servicios ambientales, sociales y económicos

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  • Estuario. -

La creación de un Plan de Gestión del Estuario del Guadalquivir, en base a una mayor coordinación institucional/administrativa, es uno de los principales reclamos que realiza la WWF para que el río pueda recuperar sus servicios ambientales, sociales y económicos.

En un comunicado, coincidiendo con la celebración del Día de los Humedales, WWF ha apostado también para la consecución de ese objetivo por aumentar el conocimiento científico, asegurar mayores caudales de agua dulce al estuario y no llevar a cabo el dragado de profundización y modificar con criterios científicos los de mantenimiento del canal de navegación.

Todo ello, han indicado, después de que científicos y expertos hayan llegado a un consenso: "la dinámica natural del estuario ha perdido su equilibrio y corre el riesgo de colapsarse con la consiguiente pérdida de recursos ambientales y económicos".

El proyecto de dragado de profundización, la disminución de los caudales de agua dulce, la contaminación, la erosión de los márgenes, la ocupación de las llanuras de inundación y marismas o la más que segura subida del nivel del mar a causa del cambio climático son algunos de los problemas a los que se enfrenta el estuario del Guadalquivir.

Por ello, además de todo lo anterior desde la organización se considera necesario establecer un plan de gestión sostenible de la pesca en el Guadalquivir y su entorno, que permita la recuperación de especies como la anguila o el esturión, frenar la erosión de las márgenes, recuperar las llanuras de inundación o reducir los aportes de sedimentos, nutrientes y pesticidas.

Desde WWF han destacado que en el Estuario más de 300.000 personas conviven con una extraordinaria biodiversidad; y sólo en el LIC del Bajo Guadalquivir se han catalogado casi 150 especies animales, entre las que destacan especies amenazadas como la anguila europea, la saboga, el sábalo, el águila imperial, la malvasía cabeciblanca, la gaviota picofina o el galápago leproso.

La biodiversidad del estuario también es el soporte de su pesca comercial, ya que es zona de puesta, cría y engorde de docenas de especies de crustáceos, moluscos y peces que posteriormente se capturan en el Golfo de Cádiz: langostinos, galeras, sepias, chirlas, coquinas, acedías, boquerones, corvinas, lubinas...

Consideran que hay que asegurar su viabilidad a largo plazo, y para ello las actividades económicas han de conocer y respetar los límites de la capacidad de carga de los ecosistemas, de forma que sean compatibles con los mismos y no extraigan los bienes ambientales por encima de su velocidad de renovación.

Por ello, WWF considera necesario construir un modelo que permita incrementar las oportunidades de empleo tanto en las actividades tradicionales como en otras innovadoras, potenciándose sectores como la energía, el turismo, la ganadería, la pesca, la piscicultura, la agricultura o la producción vitivinícola.

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