Agentes de la Policía Local de Sevilla, adscritos a la Delegación de Seguridad, Movilidad y Fiestas Mayores, han detenido y puesto a disposición judicial a un varón de 45 años de edad como presunto autor de un delito de malos tratos, tras acometer con un cuchillo de unos 30 centímetros a sus padres, de 75 y 72 años, respectivamente, y a su hermano, de 43 años.
Fuentes de Emergencias Sevilla han informado a Europa Press de que fue sobre la medianoche del pasado domingo cuando varias llamadas al 092, teléfono de emergencias de la Policía Local de Sevilla, alertaron de un posible episodio de malos tratos en una vivienda del Polígono San Pablo de la capital hispalense.
Según la persona que avisaba, podría estar produciéndose una agresión con un cuchillo, de manera que varias dotaciones de la Policía Local se personaron en el domicilio y, en primer lugar, contactaron con un matrimonio de edad avanzada (75 y 72 años) a quien su hijo, posteriormente detenido, les había agredido con un cuchillo, pudiendo evitar las acometidas.
A continuación, un hijo de este matrimonio, de 43 años, informó a los agentes de que había sufrido también acometidas por parte de su hermano con un cuchillo de grandes dimensiones con la intención de agredirle.
Según las primeras investigaciones, parece ser que el agresor llegó al domicilio muy nervioso, cogiendo en la cocina un cuchillo de unos 30 centímetros con el que se dirigió en primer lugar a su hermano, amenazándole de muerte y lanzándole varias cuchilladas que no le llegaron a alcanzar al refugiarse en el interior de un dormitorio junto a sus padres.
El agresor siguió a su hermano y allí dentro continuó con las agresiones, que lograron esquivar hasta que, en un momento dado, el detenido pudo ser reducido por padre e hijo para quitarle el cuchillo, tras lo que el agresor se encerró en su dormitorio.
AMENAZAS DE MUERTE
Los agentes procedieron a la detención del agresor, quien presentaba restos de sangre tanto en el rostro como en sus manos. Incluso en presencia de los agentes, y en un estado bastante agitado, volvió a proferir amenazas de muerte contra su familia.
Al parecer, según referían sus familiares, no era la primera vez que el detenido protagonizaba un episodio violento en el domicilio, si bien esta vez había sido la de mayor agresividad.
La madre del agresor tuvo que ser atendida por una ambulancia a consecuencia de una crisis de ansiedad, mientras que el resto de familiares rehusó la asistencia médica de las lesiones que presentaban como consecuencia del forcejeo con el detenido.
El detenido fue trasladado a dependencias policiales y posteriormente fue puesto a disposición judicial. Del caso se hizo cargo el Grupo Diana de la Policía Local, especializado en este tipo de situaciones.