El entrenador del Málaga, José Miguel González 'Míchel', aseguró este martes que destierran de su diccionario las palabras 'drama', 'finales' y 'ansiedad' ante el partido de mañana ante el Sporting de Gijón en El Molinón porque, según dijo en rueda de prensa, no quiere "pensar en cosas negativas".
Míchel mantuvo que el equipo malagueño debe pensar que, ganando el partido, va a "cambiar mucho la situación"; por lo que los jugadores tienen que "ser conscientes" de lo que les espera y, aunque los "resultados no son buenos", no ve a la gente "desmotivada ni hundida".
"Cualquier partido en la situación en la que estamos es una final", subrayó Míchel del cuarto partido que va a dirigir porque "otro entrenador (Marcelo Romero) no tuvo suerte", aunque insistió en que no quiere que le "arrastre la marea negativa y de preocupación que ya existe".
En este sentido, afirmó que no quiere "que suenen las alarmas" ni "presionarse más"; y que pese a que pueda haber quien piense que los resultados anteriores no le afectan, sí lo hacen, aunque se centra en que está "para intentar solventar la situación".
Sobre el defensa argentino Martín Demichelis, que llevaba dos jornadas ausente, dijo que "viene a la convocatoria por todo" y porque, entre otros motivos, "desde el partido del Alavés no ha dado un paso atrás" y es un ejemplo para "todos"; como el centrocampista venezolano Juanpi Añor, lesionado durante dos meses y que "en el momento que sea de la temporada" les puede ayudar".
