El Málaga le dio la puntilla al Granada en Los Cármenes tras lograr el triunfo por 0-2, con tantos de un inconmensurable Sandro ante una afición que contemplaba como se hundía su equipo, escorado hacia Segunda.
Se inició el encuentro en Los Cármenes con una incongruente falta de intensidad: el Málaga no se jugaba nada; el Granada tenía que arañar puntos para mantener el sueño de la permanencia, pero parecía no querer atacar.
Keko fue el primer jugador blanquiazul en crear peligro en el minuto 6, en un ataque que centralizaba un activo Sandro que se la puso al espacio dentro del área. El remate del centrocampista visitante no fue entre los tres palos. Sin tiempo de reacción, apareció Ochoa que desvió a córner otro lanzamiento de Camacho desde la frontal.
El dominio se fue tintando en este partido de amarillo, color con el que vestían los jugadores de Míchel. El equipo local se desdibujaba, sin ideas y con pelotazo arriba buscando a Adrián Ramos.
De nuevo Ochoa, en el 23, desvió un disparo de Recio. Poco después, otra vez Sandro, llevaba el peligro a la meta granadina tras una buena acción de Luis Muñoz, que sorprendiendo a la zaga nazarí, realizó un centro desde la banda derecha que desbarató Ingason.
Al final de la primera parte fue Juankar quien controló la pelota pero el balón acabó perdiéndose por línea de fondo. Al descanso, 0-0.
Tras una primera mitad donde el Málaga dominó y era el único que creaba cierta inquietud en el área rival, el gol no se hizo esperar. Fue el insaciable Sandro, en el 48, quien cazó un balón que quedaba suelto en la frontal del área y lo golpeó abajo, muy duro y pegado al palo. Ochoa no tuvo tiempo de reacción. El tanto puso a los malaguistas por delante y hundió al Granada más en la tabla.
Por delante
El rumbo no varió después del cambio en el marcador. Seguía tocando el conjunto visitante en Los Cármenes ante un Granada que no demostraba armas ni recursos para la remontada. Solo Khrin, en el 65, hizo que Kameni apareciera en escena para detener el lanzamiento raso desde la frontal.
Como nota negativa, y tras una dura jugada, con pisotón incluido de Aly Mallé, Juankar se volvió a hacer daño y tuvo que retornar al banquillo.
En los últimos minutos del partido el protagonista absoluto fue Sandro. En una ocasión el canario envío la pelota al palo tras pase de Recio y, en el 92, anotó el segundo gol del Málaga para cerrar el partido y la permanencia matemática en Primera División.