El convento de Santa Úrsula busca dueño y desde Jaén en Común (JeC) instan a las administraciones a adquirirlo con el único fin de “saldar la deuda con el casco antiguo y garantizar su protección como inmueble protegido y catalogado”. Así lo reconoce el portavoz municipal, Manuel Montejo, que lamenta que “ninguna administración pública haya mostrado interés en adquirir el edificio”, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), “para garantizar su rehabilitación y ponerlo a disposición de toda la ciudad”.
Desde JeC recuerdan que el uso público de Santa Úrsula sería el que “mejor garantizaría su protección y el que más contribuiría a la revitalización del conjunto histórico, que lleva décadas sufriendo el abandono y el incumplimiento de los compromisos adquiridos por parte de todas las administraciones”.
El Convento de Santa Úrsula de la capital, cerrado desde 2008 por falta de vocaciones y propiedad de la comunidad de agustinas de Villafranca del Bierzo (León), está en venta por 750.000 euros. “Es una oportunidad para Jaén que no se puede dejar pasar, ya que supondría por un lado la puesta en valor de un edificio singular y protegido, actualmente en desuso y por tanto en riesgo de degradación, y por otro lado empezar a saldar la deuda histórica que todas las administraciones mantienen con el casco antiguo”, reconoce Montejo.
El casco antiguo es el ejemplo de la zona de Jaén a la que nunca llegan los proyectos. Ni la Escuela Oficial de Idiomas ni el Conservatorio Superior de Música se han materializado. Aún está bloqueado el futuro instituto en el solar de San Andrés y en el olvido quedaron la rehabilitación de San Miguel, de los Baños del Naranjo o de la Casa de la Virgen. “a es hora de que la apuesta por el casco antiguo deje de ser una falsa declaración de intenciones y pase a ser una realidad constatable, lo que sin duda pasa por que se realicen en estos barrios las inversiones prometidas y las que se necesitan” , afirma el portavoz municipal.
Montejo recuerda que algunas zonas del casco antiguo se encuentran “entre las más vulnerables y deprimidas de la ciudad, están en una alarmante situación de degradación y sufren la falta de equipamientos de todo tipo”. Consideran una obligación que las administraciones estén a la altura y suplan las carencias, dotando a los barrios de los equipamientos culturales y educativos necesarios.
