R.G., que fue novia durante diez años de F.J.M., único acusado por el crimen de Almonte, en el que perdieron la vida una niña de 8 años y su padre, ha asegurado hoy que lo vio a última hora de la tarde de los hechos en el supermercado y salir con el resto de compañeros cuando acabó el turno.
Esta mujer ha declarado como testigo en el juicio por esta causa y no ha albergado dudas en este extremo "lo vi sobre las 21:40 horas desde carnicería, donde estaba limpiando tras el cierre del establecimiento al público, y, posteriormente, saliendo junto al resto de compañeros una vez concluido su turno".
Hasta el momento, ella es la única trabajadora del supermercado que hizo turno esa noche con el acusado que sostiene esto, ya que el resto ha asegurado que aunque sí lo vieron durante la tarde, no lo vieron o no recuerdan verlo abandonar la tienda con el grupo.
Ha señalado que pese a que "no lo controlaba", puesto que ya se había roto la relación, "me percaté de que estaba allí porque para mí no era cómodo".
En relación a este extremo, la Fiscalía ha hecho referencia a declaraciones de esta testigo ante la Guardia Civil en el 2013 y el 2014, en las que puso de manifiesto que desconocía quien salió esa noche del supermercado.
Sobre su relación con el acusado, por el que, en la actualidad, siente "indiferencia", y ha asegurado que "no era posesivo, ni agresivo, nunca me insultó; era un hombre educado, un chico bueno".
Asimismo, ha dejado claro que "nunca le recriminó que me pusiera ningún tipo de ropa y nunca tuvo conmigo ningún signo de celos, era sincero y muy tranquilo", hasta el punto de afirmar que "las discusiones las provocaba yo".
Esto se contradice con lo declarado ante la Guardia Civil en junio del 2014 y en sede judicial donde manifestó que las peleas entre ella y el acusado, antes de terminar la relación, eran "cada vez más frecuentes, llegando este, incluso, en ocasiones, a golpear las paredes".
Con respecto a Marianela Olmedo, madre y mujer de las víctimas, y la persona por la cual se rompió su relación con el acusado, ha señalado que tuvo con ella "muchos problemas, me buscaba mucho la boca, me provocaba en el trabajo, incluso tuve que pedir un traslado, porque no quería problemas con ella".
En esta línea se ha pronunciado otra compañera de trabajo del acusado al que ha definido "como no violento, educado y respetuoso, muy buen trabajador y buen amigo".
El día de los hechos trabajó en turno de tarde y vio al acusado, porque estuvo junto a él de cajero en una de las salidas, y a Marianela Olmedo; sobre la salida ha asegurado que salió no antes de las 22:00 horas, pero no recuerda si estaban a la salida ni ellos ni otros compañeros.