María Aguado pasó por Sevilla para dar a conocer su nuevo trabajo, el single Surjo de la Nada, que formará parte de su cuarto disco de estudio, cuya puesta de largo está prevista para el próximo año 2018. Aguado visitó la redacción de Viva Sevilla para contarnos detalles de este single y de su carrera profesional.
‘Surjo de la Nada’, nuevo single. ¿Cómo está siendo la aceptación de este flamante trabajo?
–Este Surjo de la Nada vio la luz en abril, sólo para el público en plataformas digitales. Desde entonces la acogida ha sido muy positiva. Está teniendo ese aire nuevo y fresquito. Está dando ese empujoncito para la consolidación del nuevo sonido. Aprecio que tiene un vínculo diferente con el público, estamos atrapando a nuevos seguidores.
¿Esta será la dinámica en los próximos meses, sacar nuevos singles hasta que se publique el disco completo?
–No, a ver… Vamos a trabajar en los próximos meses con este Surjo de la Nada y otro single que publicaremos en breve. El nuevo disco está previsto que salga en 2018, no sé en qué fecha exactamente, pero si te puedo asegurar que habrá nuevo trabajo discográfico en 2018.
¿Este próximo disco de María Aguado irá en la misma línea musical de los anteriores?
–No exactamente. Saqué mi primer disco en 2010, con sólo 16 años, y lógicamente ha habido una evolución. He crecido y madurado y si saco algo nuevo es porque quiero seguir esa evolución y no quedarme en donde estuve. Surjo de la Nada es ese primer paso al nuevo sonido, que es una evolución de los anteriores. En este cuarto disco quiero decir que están las canciones más personales que he creado.
¿Cómo ha cambiado su vida desde ese 2010 que da el salto a ser profesional?
–Yo empecé con una ilusión, ahora no es sólo esa ilusión, sino reflexionar y ver donde llegué, para seguir avanzando, ver si he caído en algún momento y volver a subir. Es seguir consiguiendo metas a las que aún no llegado y tengo que llegar. Antes era esperar a ver qué sucedía, ahora ya estás metida en el mogollón, ya sabes dónde estás y trabajas para seguir creciendo. Ahora puedo decir que vivo el mundo de la música desde dentro. El camino que he escogido es muy bonito, es lo que quiero hacer, pero también es muy duro. He madurado musical y personalmente.
¿Qué le aportaron las clases de la mano del maestro Robert Jeantal?
–Mucho, fue una especie de reafirmación de algo que yo ya tenía claro, cantar desde la emoción. Él siempre nos decía que no era suficiente con una bonita voz, sino que había que estudiarse a sí mismo, mejorar. Sobre todo cantar desde el sentimiento, con emoción y ser actriz a la vez que cantante.
¿Puede calificarse su música como pop-rock íntimo?
–Esa definición se hizo en el transcurso del primer disco al segundo y es muy acertada, aunque también he utilizado algo de electrónica. Para mí lo verdaderamente importante de la música son las letras. La verdad es que esas etiquetas me quedo con lo de íntimo. Podré hacer otros tipos de música pero siempre será íntima.