El Consejo de Seguridad de la ONU rechazó hoy una propuesta de Rusia para prorrogar la investigación internacional sobre el uso de armas químicas en Siria, pero introduciendo importantes cambios en su mandato.
El texto ruso, sometido a voto a petición de Bolivia, recibió únicamente cuatro apoyos, lejos de los nueve necesarios para que una resolución sea aprobada.
Poco antes, Rusia había vetado otra resolución -en este caso preparada por Estados Unidos- que buscaba extender el mandato del mecanismo que investiga los ataques químicos en Siria, acusado por Moscú de ser parcial y haber cometido errores graves.
El "no" al texto ruso puso fin a casi tres horas de tira y afloja diplomático y, a priori, supone el fin del mecanismo conjunto de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), conocido por las siglas inglesas de JIM, puesto en marcha en 2015 para investigar el uso de armamento prohibido en Siria.
El mandato de este grupo de expertos finaliza la medianoche de este jueves, después de que el Consejo de Seguridad fuese incapaz de lograr un consenso para prorrogarlo.
La resolución propuesta por Rusia planteaba extender el JIM, pero reclamaba modificaciones en su funcionamiento, incluido un nuevo análisis con instrucciones específicas sobre el ataque con gas sarín del pasado mes de abril en la localidad de Jan Shijún.
Los expertos de la ONU y la OPAQ responsabilizaron al régimen sirio de ese episodio, pero Rusia ha insistido en todo momento en que sus aliados de Damasco no tuvieron nada que ver.
Ya anteriormente Moscú había cuestionado repetidamente el trabajo del JIM, que también había señalado al Ejército sirio como responsable de otros casos.
