En principio, la dispensación en farmacias de este anticonceptivo de emergencia estaba previsto para agosto, pero el trámite que lleva a cabo la Agencia Española del Medicamento de adaptar la información contenida en los envases y los prospectos ha demorado la puesta en marcha de la medida, señalaro las fuentes.
Además, el Ministerio trabaja con el Consejo General de Farmacia y sociedades científicas en la elaboración de un protocolo dirigido a las usuarias de la píldora que determine la información que deberán recibir en el momento de acceder al fármaco.
Sanidad está analizando las aportaciones de estas instituciones para que en el momento en el que la píldora llegue a las farmacias, los farmacéuticos sepan cual es la información que deben facilitar a las mujeres que las compran, explicaron las fuentes.
La elaboración de ese protocolo fue solicitada por el PSOE en una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados el pasado mes de junio.
El PP y CiU trataron de enmendar el texto de los socialistas para que la píldora solo se dispensara con receta médica.
La ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, anunció el pasado 11 de mayo que la conocida como “píldora del día después” se vendería en farmacias, sin receta médica y a mujeres sin limitación de edad.
En ese momento, Jiménez señaló que la medida sería efectiva a los tres meses del anuncio y enmarcó la iniciativa dentro de la Estrategia de Salud Sexual y Reproductiva que prepara junto con el Ministerio de Igualdad con el objeto de reducir embarazos no deseados y abortos.
En otro orden de cosas, Italia aprobó la semana pasada el uso de la píldora abortiva RU-486 que, tras superar todos los trámites burocráticos necesarios para su comercialización, será distribuida en los hospitales de ese país y podrá utilizarse para interrumpir el embarazo hasta las 7 semanas de gestación.
Su aprobación como método de interrupción del embarazo recibió el sí definitivo por parte de la Agencia italiana de Fármacos (Aifa), que evaluó la introducción de este sistema durante casi dos años, aunque ya ha recibido las primeras críticas por parte del Vaticano.