Los datos fueron publicados a última hora de ayer por el Servicio Nacional de Bomberos.
El Ejército taiwanés rescató a 350 personas de zonas incomunicadas, en el distrito sureño de Pingtung, y localizó a 700 supervivientes en dos aldeas sepultadas por el barro, en el distrito de Kaohsiung, informaron el Gobierno local de Pingtung y el Ministerio de Defensa taiwanés.
En las aldeas de Siaolin y Namahsia, en Kaohsiung, hasta el momento han sido localizados la mitad de sus habitantes censados, según datos de diferentes fuentes oficiales.
Como no se sabe el número de personas que se encontraban en las aldeas incomunicadas cuando el tifón Morakot desencadenó las torrentes de agua y barro que las aislaron y destruyeron muchos de sus edificios, es imposible saber cuántos están sepultados.
“Aún no sabemos cuántas víctimas hay bajo el barro en Siaolin y otras aldeas”, dijo a Efe un portavoz del Centro Nacional de Emergencias.
Las riadas de barro son las mayores de la historia en Taiwán y han sumergido numerosas aldeas y ríos, incluyendo los 31 kilómetros del río Taimali, según muestran las fotos de satélites de la Universidad Nacional Central.
“El lecho del río Taimali pasó de tener 10 metros de ancho a 800 metros”, dijo el profesor Chang Chung-pai de la UNC.
Muchas de las víctimas de este tifón, que pasó por Taiwán entre el pasado viernes y domingo, viven en aldeas situadas en valles y montañas del sur del país, vecinos a quienes el gobierno hace tiempo quiere trasladar.
“Los vecinos no quieren trasladarse y por eso lo planes de reubicación de 26 aldeas sólo han llevado al traslado de dos de ellas”, dijo el vicepresidente de la Comisión de Nacional de Prevención y Protección de Desastres, Fan Liang-hsiu.
Después de la devastación de este tifón, Fan sugiere que el Gobierno obligue a los residentes a trasladarse, si quieren recibir ayudas estatales.
Las torrenciales lluvias del tifón Morakot han causado torrentes de agua y barro, y deslizamientos de tierras nunca vistos, y han aislado a miles de personas. “Hemos estado tres días sin dormir y comer”, dijo uno de los supervivientes rescatados hoy a la cadena de televisión TVBS.
Los equipos médicos ya han entrado en las zonas afectadas, pero ya han pasado más de tres días desde que las aldeas fueron sepultadas y aún no se ha intentado localizar a posibles supervivientes bajo el barro.
Uno de los residentes de la aldea Namahsia urgió a las autoridades sanitarias a iniciar las labores de desinfección de las zonas damnificadas. “Si se retrasan las labores de desinfección, pueden surgir epidemias que agraven la penosa situación actual”, dijo Lin Nan-chi, a los periodistas.
El mal tiempo está obstaculizando las operaciones de rescate y ya han muertos tres tripulantes de un helicóptero y un bombero en labores de salvamento.