La media de edad del personal de tropa del Ejército de Tierra ha pasado de los 20 años a los 30 en la última década. Para evitar que siga aumentando durante los próximos años, el Ministerio de Defensa tiene ya sobre la mesa un plan de acción que pasa por aumentar el número de ingresos, endurecer las condiciones para los militares que quieran quedarse y aumentar también las salidas.
El Ejército calcula que la media de edad ideal para su personal se debe situar en los 28 o 29 años. Esto hace que la situación actual se acerque bastante a ese modelo. El problema es que, debido al escaso número de plazas ofertadas durante los últimos años de crisis económica, esa media seguirá creciendo progresivamente debido al escaso ingreso de gente joven.
El Ejército de Tierra no considera sostenible esta situación porque el personal de tropa es el que debe acometer los trabajos más duros de la milicia, por lo que ha presentado un plan al subsecretario del Ministerio de Defensa, Arturo Romaní, para revertir la situación.
Según explicó esta semana el Jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Francisco Javier Varela, la primera medida que propone la institución son 3.500 nuevos ingresos actuales, muy por encima de las ofertas de los años de crisis. Y que se baje de 29 a 25 años la edad máxima para entrar a las Fuerzas Armadas.
Además, reclama filtros para aquellos militares que quieran pasar de los cinco años iniciales de contrato al compromiso de larga duración. Y que haya alrededor de 500 desvinculaciones anuales.
Este plan llevaría a alcanzar el modelo ideal en los próximos tres o cuatro años, según calcula el Ejército de Tierra, cuyo personal de tropa representa el 70 por ciento del total.