A las once de la mañana de este lunes, 5 de marzo, un hombre dio la voz de alarma al pensar que su mujer se había caído en la zona del Faro de Trafalgar, en Caños de Meca, y que había sido arrastrada por la corriente, aunque lo cierto es que ella se fue al aparcamiento donde estaba su vehículo, quedándose junto al mismo a esperar a su marido.
La pareja, según fuentes cercanas a Protección Civil y los Bomberos de Barbate, había salido por la mañana a dar un paseo por la zona cercana al rompeolas del Faro de Trafalgar y entre sus objetivos estaba “buscar chocos”, a pesar de las pésimas condiciones meteorológicas, con fuertes vientos y con lluvia.
Los dos iban juntos hasta que en un momento dado decidieron separarse. Al cabo de un rato, el marido se percató de la ausencia de su mujer, quien supuestamente iba detrás de él. Se quedó esperando un rato, buscó por la zona y al ver que no la encontraba se alarmó. Pensó que se había caído y que había sido arrastrada por las fuertes corrientes.
Fue entonces cuando decidió llamar al teléfono de Emergencias del 112. Éste a su vez activó el protocolo de actuación y hasta la zona se desplazaron efectivos de los Bomberos, de Protección Civil, de la Guardia Civil y de la Policía Local de Barbate.
Estuvieron una hora buscando a la mujer, llamándola insistentemente por teléfono pues según el marido ella llevaba el móvil encima. Transcurrido un tiempo, un agente de Policía Local pensó que quizás estuviera en el aparcamiento donde la pareja había dejado su coche.
Al llegar al citado aparcamiento, para alivio de todos, la mujer estaba de pie junto al vehículo empapada por la lluvia. Todo quedó en un gran susto. Respecto al teléfono móvil, resulta que se lo había dejado en la casa que poseen en Caños de Meca, donde también estaba su hija pero al estar dormida no había escuchado las insistentes llamadas.