El Juzgado de lo Penal número 3 de Huelva ha condenado a cinco años de cárcel a un vecino de Huelva por conducción temeraria y atentado contra la autoridad después de saltarse un semáforo en rojo ante una patrulla y emprender una huida por la ciudad con la que puso en peligro a usuarios y agentes.
La sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, le impone un año de cárcel por un delito de conducción temeraria, así como la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante dos años; y cuatro años de prisión por un delito de atentado.
Considera probado que el acusado el 12 de julio del 2011 sobre las 10:00 horas conducía por el casco urbano de la ciudad de Huelva su ciclomotor rebasando en rojo un semáforo ubicado en la Ronda Exterior Norte, maniobra prohibida que fue observada por una patrulla de Policía Local de Huelva.
Los agentes se colocaron al lado izquierdo del conductor acusado y le dieron señales de alto porque se había saltado el semáforo en rojo, sin embargo, el hombre, lejos de detener la marcha, emprendió la huida.
A pesar de que uno de los policías le indicó en varias ocasiones que cesara en esa actitud, el acusado embistió con el ciclomotor hasta en tres ocasiones el vehículo policial, lo que obligó al conductor del mismo maniobrar para evitar una colisión con graves consecuencias.
El acusado prosiguió la marcha a gran velocidad en dirección a la Universidad y en sentido contrario al de la circulación por la mitad de los dos carriles paralelos ubicados en la calzada, conduciendo de esa misma manera por varias calles.
El hombre, que llevaba en el ciclomotor a la que en aquel momento era su novia, desoía los requerimientos policiales de que parara y las peticiones de ésta, quien, asustada, le pedía también que dejara de conducir de tal forma ya que en una de las embestidas al vehículo policial le había hecho daño en la pierna.
El acusado se metió por una calle peatonal poniendo en peligro la vida y la integridad física del resto de usuarios de la vía pública.
Ya dentro de la calle peatonal, el ciclomotor quedó enganchado en unas tablas que había en el suelo, momento en el que su acompañante se bajó del vehículo.
El condenado se dio a la fuga, y los agentes trasladaron a la mujer a dependencias policiales donde declaró e identificó a su novio como el conductor del vehículo.
