”La Giralda siempre ha sido roja, desde su construcción en el año 1568”. Así de contundente se ha mostrado el arquitecto Eduardo Martínez Moya, encargado de llevar a cabo las obras de restauración de la Giralda, cuando se ha referido al color que ésta tenía desde sus inicios.
Martínez Moya ha explicado que las dudas que se tenían sobre este tema se han terminado de dilucidar gracias al trabajo de restauración llevado a cabo durante estos seis meses atrás, “destapando así los detalles cromáticos que tenía el edificio y que la suciedad acumulada impedía ver”, recalcó.
“Siempre se han visto pinturas en las que la Giralda aparecía de color rojo, aunque nunca hemos visto una fotografía”, señalaba el arquitecto. De hecho, en la única restauración de gran calibre llevada a cabo sobre la Giralda, obra del arquitecto Adolfo Fernández Casanova, en 1882, aparecieron zonas pintadas de rojo y “el propio Casanova decidió taparlas, creyendo que se trataban de manchas”.
En base a esto, el arquitecto ha decidido dejar en rojo un arco polilobulado, para comprobar cómo se vio el edificio.
Un color que se fue perdiendo con la degradación del tiempo y que ahora abre un debate en la ciudad: ¿Sevilla quiere que la Giralda vuelva a vestirse de color rojo?
