El cierre patronal organizado por Mahos, Asociación de Hosteleros de Málaga, previsto para el día 30 de noviembre, que coincidía con la inauguración del alumbrado de Navidad de Málaga, ha sido suspendido. Esta decisión la tomó la asociación tras llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento de la ciudad en una reunión celebrada el 27 de noviembre.
El Consistorio se ha comprometido a “iniciar un estudio actualizado de los usos predominantes reales en las calles del centro histórico”, según ha hecho saber Mahos a través de un comunicado. Javier Frutos, presidente de Mahos, se ha mostrado satisfecho con este acuerdo, aunque ha asegurado que “mantendremos una actitud de alerta en los próximos meses para garantizar el cumplimiento de lo acordado por parte del Ayuntamiento”.
De igual forma, Frutos ha afirmado que “se presentarán las correspondientes alegaciones en las que ya se está trabajando” para evitar que el Ayuntamiento siga adelante con la declaración de las Zonas Acústicamente Saturadas, que según el Consistorio se incluirá en el Boletín Oficial de la Provincia “en los próximos días”.
Málaga una taberna mala
“Me parece una tomadura de pelo hacia el ciudadano”, es como se lo ha tomado el presidente de Málaga Centro Vecinal, Antonio César. Las medidas que viene repitiendo el Ayuntamiento significan para César que “los ciudadanos no importamos absolutamente nada, Málaga va a seguir siendo, pues lo que es, una imagen de chusma, de ruido, de turismo barato, de borrachera y de poco más”.
A juicio del presidente de esta asociación el “equilibrio” del que habla el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, consiste en que “la balanza de la justicia esté siempre volcada hacia los intereses de los que han hecho de la ciudad una taberna mala”.
Desde esta “tabernalización”, la capital “ha empezado a crear barreras para las personas que tenemos problemas de movilidad”, ha criticado. “En Málaga no interesan los que yo llamo los feos: los cojos, los viejos, los que vamos en silla de ruedas, no interesamos los que tenemos problemas” haciendo referencia a que “las terrazas ocupan las calles, al igual que los toldos”.
Por parte de la Asociación Centro Antiguo de Málaga, el comunicado de Mahos les importa “bien poco”. Las conversaciones de las que habla el Ayuntamiento en el comunicado de ayer son rechazadas por Óscar Agudo, miembro de la Junta Directiva, “eran reuniones extraoficiales, parece que se han convertido en reuniones oficiales, si nosotros sabemos que es oficial igual no nos sentamos a debatir nada”.
Asimismo, Agudo ha reiterado que el Consistorio “lo único que está haciendo es alargar, alargar y alagar” la aplicación del ZAS, algo que es “ineludible”. El Ayuntamiento también ha hablado de la puesta en marcha de nuevas campañas de concienciación contra el ruido, algo que no ven sentido desde la asociación, ya que son varias las que ya se han realizado y “a fecha de hoy no han servido absolutamente para nada”, han sentenciado.
En cuanto al mantenimiento de las subvenciones a las comunidades de propietarios para la mejora del aislamiento acústico, Agudo no le ve sentido. “Lo único que nos queda a los vecinos es que nos tengan que dar unos tapones, porque al final tenemos que vivir en un búnker, tenemos que dormir con las ventanas cerradas en pleno mes de verano, con tal de que fuera haya más ruido”.
A lo que ha añadido es que “la única solución posible es la reducción de la fuente emisora, no taponar el receptor”. Cuando sale el tema de seguridad jurídica, este miembro de la Junta Directiva habla de las indemnizaciones a las que tendría que hacer frente el Ayuntamiento, “porque cada uno de nosotros compramos una vivienda en una zona residencial, no en un parque temático o en un Disney World y como zona residencial tiene unos límites actualmente que se tienen que cumplir, que son 55 decibelios”.