El Unicaja ganó ayer al Estrella Roja por 79 a 74 en el partido perteneciente al top-16 de la Eurocopa. El desacierto ofensivo en ambos conjuntos marcó los compases iniciales del encuentro a los que puso la nota musical Sasu Salin desde la línea de 6,75.
Combinaron con armonía los jugadores interiores locales, y Giorgi Shermadini asistió a Mathias Lessort para que este girara y machacara bajo el aro. La primera canasta visitante llegó de la mano de Joe Ragland en forma de triple. Brian Roberts respondió con rapidez, pero los serbios volvieron a anotar de tres por medio de Borisa Simanic.
El juego interior de Unicaja emergía con acierto provocando el tiempo muerto de Milan Tomic. El intercambio de puntos sobre el parqué mantuvo la ventaja local que lideró un acertado Shermadini. Jaime Fernández, muy activo, sumó en defensa y en ataque para dar alas a su equipo.
Se unió Salin con una recuperación y un triple que precedió al estreno en el marcador de Kyle Wiltjer, con un gran movimiento interior, con el que cerró el primer cuarto con un resultado de 26-13. La misma melodía sonó al inicio del segundo periodo con los interiores cajistas marcando la diferencia.
Dos canastas consecutivas de Dragan Milosavljevic y la batuta de una concentrada defensa hicieron que Unicaja dirigiera el partido; aunque tres triples del Estrella Roja impidieron que la diferencia aumentase. Stratos Perperoglou, con dos tiros libres, y Jaime Fernández, con una de sus eléctricas entradas, dejaron el luminoso al descanso en 51-37.
Tras la reanudación, intercambio de puntos. Unicaja volvió a la senda del acierto en el tiro exterior pero los serbios tampoco fallaron. La concentración defensiva era clave y Fernández aprovechó un robo de balón para asistir en contraataque a Wiltjer. Aún así, el Estrella Roja recortó diferencia y al término del tercer periodo el marcador era 65 a 55.
Se encendió el infierno verde en el Carpena en los últimos diez minutos pero los serbios, más estaban acertados de cara al aro, disminuían la ventaja; a falta de un minuto la diferencia era de un punto (73-72). Los seis tiros libres de Fernández fueron claves.
La tensión se disparó, todo se decidiría en los últimos segundos pero el triple serbio no entró y la victoria se quedó en ca