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Miércoles 13/11/2024
 
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Málaga

El pocero ratifica a la juez que lo tapó con una piedra y tierra

Ha comparecido en el Juzgado de Málaga en calidad de testigo durante unos cuarenta minutos y ha relatado cómo dejó el pozo tras comprobar que no tenía agua

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  • A la llegada al juzgado. -
  • También declara cómo se encontró el pozo de Totalán tras el accidente y algunos datos concretos sobre la prospección

El empresario que ejecutó el pozo de Totalán (Málaga), Antonio Sánchez, al que cayó el pequeño Julen el 13 de enero, ha asegurado hoy a la jueza instructora que él cerró la prospección con una piedra y tierra.

Antonio Sánchez ha comparecido en calidad de testigo durante unos cuarenta minutos y ha relatado cómo dejó el pozo tras comprobar que no tenía agua, cómo se lo encontró tras el accidente y algunas concreciones sobre la prospección.

Ha argumentado que tras la caída de Julen comprobó que se había rebajado la zona y que no estaba la piedra con la que había tapado el sondeo tras buscar agua.

Ha declarado que el pozo estaba a unos 45 centímetros por debajo de la cota donde había dejado la piedra y dentro de una zanja en forma de "L", por lo que ha reiterado que tras su trabajo se hicieron movimientos de tierra en la zona y quitaron la roca.

Su letrado, Javier Rodríguez, ha explicado que cuando se hace una prospección antes siempre se pone una boquilla de hierro para evitar que la tierra que sale vuelva a caer dentro y que tras comprobar su cliente que no había agua retiró dicha boquilla.

Al retirar la boquilla de hierro, ha argumentado, siempre se crea un derrumbamiento que deja sobre el pozo como un pequeño cráter sobre la que el pocero colocó la piedra, a la espera de que una máquina retirara los 6.000 kilos de tierra que había alrededor del pozo, "ya que es imposible retirarlo con una pala y él no tenía medios para ello".

Además el pocero ha explicado a la jueza del Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga, instructora del procedimiento, que cuando se quita la boquilla siempre cae tierra y que esa es la tierra que había debajo del pequeño Julen de 2 años.

También ha relatado a la magistrada que sólo selló dos pozos y no el que cayó Julen porque tenían agua, "los que no tienen agua no se sellan", ha apostillado, al tiempo que ha destacado que "esos no tienen ninguna utilidad".

Esta mañana también han comparecido en calidad de testigo el ayudante el pocero y la persona que hizo la zanja junto al talud cercano a la perforación y ambos se han ratificado en las declaraciones que hicieron en su día ante la Guardia Civil.

El maquinista que hizo los movimientos de tierra ha afirmado que no vio la piedra que supuestamente había tapando el pozo y ha dado algunos detalles sobre cómo estaba el entorno.

Mañana está previsto que declaren los guardias civiles que participaron en el rescate del niño y el ingeniero de Caminos y Canales que ha coordinado las obras, Ángel García Vidal, según han confirmado a Efe fuentes judiciales.

Los padres de Julen ya comparecieron ante la jueza el pasado 25 de febrero y contradijeron la versión del dueño del terreno, David Serrano, que aseguró ante la instructora que advirtió del peligro a la familia en el coche.

José Roselló y Victoria García aseguraron ante la titular del Juzgado del Juzgado que David Serrano no les advirtió de que hubiera un pozo en las condiciones en las que se encontraba, y la madre llegó a decir a la magistrada que "si llega a saber que había un pozo abierto cojo a mi niño y me voy".

La semana pasada el juzgado rechazó todas las pruebas solicitadas por la defensa del dueño de la finca, que había presentado un informe que hacía presumir que el pequeño de dos años pudo morir durante las labores de rescate.

La instructora rechazó esas peticiones porque actualmente está pendiente de la práctica de otras diligencias que se consideran "esenciales en los presentes autos" y reprochó a la defensa que "obvie" que todavía tan solo hay un informe preliminar de autopsia.

Pese a ello, el letrado del dueño de la finca ha recurrido esta semana la decisión judicial porque pretenden que se investigue si el pequeño pudo morir en las labores de rescate, cuando intentaban retirar el tapón que se encontró a 72 metros de profundidad. 

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