La ex senadora de Bahamas Pleasant Bridgewater y el técnico de ambulancias Tarino Lightbourne están acusados de conspirar e intentar extorsionar al actor amenazándolo con la publicación de un documento en el que éste renunciaba a que su hijo Jett fuese trasladado al hospital bahameño más cercano.
Bajo la apenada mirada de su esposa, la actriz Kelly Preston, Travolta confesó a la Corte cómo la pareja bajó corriendo las escaleras de su casa de vacaciones en la isla de Gran Bahama, en un intento desesperado por salvar a Jett, de 16 años, tras ser alertados por una de las niñeras del estado en que éste se encontraba.
Según lo que ha testificado Travolta, a las 10.15 de la mañana del 2 enero fue despertado por Eli Wheaton, una de las niñeras de Jett, que golpeaba la puerta de su dormitorio para advertirlos de que Jett estaba en problemas, tras lo cual él y su esposa corrieron en su auxilio.
"Le vi en el suelo del baño. Jeff Kathrein, otro empleado y una mujer del complejo hotelero le estaban realizando la reanimación cardiopulmonar", ha dicho el actor. Éste también explicó ante el tribunal que su hijo padecía autismo y que sufría episodios que le producían un ataque cada 5 o 10 días. La causa de la muerte de Jett, según su certificado de defunción, fue una "deficiencia cardiaca".
El actor trató de reanimar a Jett y un visitante del centro con experiencia médica ayudó con las compresiones de pecho y también consiguió un desfibrilador. Aunque los intentos fueron en vano. La ambulancia y Lightbourn llegaron 35 minutos después, agregó el actor.
Otro testigo en el juicio, el inspector de policía Andrew Wells, declaró que Travolta deseaba que su hijo fuera llevado vía aérea a Estados Unidos en vez de al hospital de la isla. Wells añadió que Lightbourne le pidió ser testigo de una declaración firmada por Travolta en la que éste renunciaba a los tratamientos médicos para su hijo.
Lightbourne y Bridgewater intentaron sobornar al actor con la publicación de este documento, alegando que lo relacionarían con las creencias religiosas del actor, que pertenece a la Cienciología, para que pareciese que había renunciado a salvar a su hijo voluntariamente. Ambos demandaban a Travolta 25 millones de dólares (casi 17.000.000 de euros)
Travolta ha confesado que estaba tan obsesionado con salvar la vida de su hijo que firmó el documento de liberación de responsabilidad médica sin haberlo leído previamente. "El tiempo era esencial", dijo el actor ante el tribunal.