El Papa ha pedido para que la Biblia no se "quede en la biblioteca entre los muchos libros que hablan de ella", sino que corra por las calles del mundo y "espere donde vive la gente", durante su intervención ante los miembros de la Federación Bíblica Católica que celebran en Roma el 50 aniversario de su fundación.
"Oremos y hagamos para que la Biblia no se quede en la biblioteca entre los muchos libros que hablan de ella, sino que corra por las calles del mundo y espere donde vive la gente. Deseo que sean buenos portadores de la Palabra, con el mismo entusiasmo que leemos en estos días en las historias de la Pascua, donde todos corren: las mujeres, Pedro, Juan, las dos de Emaús ... Corren para reunirse y anunciar la Palabra viva. Sinceramente lo espero", ha señalado.
Además, el Pontífice ha asegurado que la Biblia es su mejor vacuna contra el "cerramiento y la autoconservación". "Es la Palabra de Dios, no la nuestra, y nos aleja de ser el centro, preservándonos de la autosuficiencia y el triunfalismo, y nos llama constantemente a salir de nosotros mismos", ha asegurado.
Francisco ha añadido, según informa Vatican News, que la Palabra es una "inyección insustituible de vida" y, por eso, considera las homilías "fundamentales". "La predicación no es un ejercicio de retórica y ni siquiera un conjunto de nociones humanas sabias, es en cambio un compartir el Espíritu de la Palabra divina que tocó el corazón del predicador, quien comunica ese calor, esa unción", ha asegurado.
En definitiva, ha subrayado que se necesita la Palabra "todos los días". Sería bueno que la Palabra de Dios se convierta en "el corazón de toda actividad eclesial", ha dicho el Papa, que desea una Iglesia que no habla por sí misma o de sí misma ante "la tentación" de hablar de la dinámica propia.