La Hermandad del Prendimiento trasladó en la mañana del sábado sus pasos al polígono de Fadricas, concretamente a la nave de la agrupación musical Lágrimas de Dolores, donde también se guardan durante el año las mesas de ensayo de los cargadores del Nazareno.
El traslado se hizo a primera hora y en camión desde el almacén de la barriada de León Herrero. Primero fue el paso de misterio, con sus candelabros montados y luego el paso de la Virgen del Buen Fin, también con el palio montado.
Los pasos permanecerán durante los meses de verano en la nave de Lágrimas de Dolores, probablemente hasta los meses de octubre o noviembre, cuando se prevé la primera asamblea de cargadores de cara a preparar la Semana Santa 2020. Obras en el almacén La Hermandad del Prendimiento quiere dorar el paso. De hecho, estudia presupuestos para intentar que en 2020 pueda verse algo de dorado en el paso que tallara Manuel Guzmán Fernández.
Para ello, necesita unas condiciones de conservación en su almacén que pasan por la ausencia de polvo y humedad, ya que la humedad afecta sobremanera al pan de oro.
Las obras a efectuar en el almacén se centrarán en suelo y paredes.La falta de las condiciones para conservar el dorado, ha llevado a la hermandad a no estrenar el mismo en su última salida procesional durante la pasada Semana Santa.
Las obras en el almacén se iniciarán en menos de dos semanas y se espera que puedan concluir en verano.
Precisamente, otra hermandad del Martes Santo isleño, como Huerto, ejecuta desde hace dos semanas obra de ampliación de su casa de hermandad en una primera fase. La segunda, ampliará la puerta del almacén y permitirá que la cofradía pueda proyectar un nuevo paso de palio, de mayores dimensiones que el actual, condicionado por la puerta de la iglesia de la Pastora en Marconi.
